Redacción Central, 15 Abr. 23 (ACI Prensa).- El Papa San Juan Pablo II canonizó a Santa Faustina Kowalska en el año 2000 y durante la ceremonia estableció que cada año, el Domingo de la Octava de Pascua se celebre la fiesta de la Divina Misericordia.
No fueron pocos los esfuerzos del Papa peregrino para difundir esta devoción que arraigó fuerte en su corazón.
En 1967, siendo Cardenal, Karol Wojtyla presidió la sesión solemne que cerraba el proceso informativo diocesano con los datos y testimonios sobre la vida y obra de Santa María Faustina Kowalska. Sus actas fueron enviadas a Roma para la apertura del proceso de canonización de la vidente de la Divina Misericordia.
Después de ser elegido como Pontífice, San Juan Pablo II ofició las ceremonias de beatificación (1993) y canonización (2000) de Santa Faustina, coincidiendo con el segundo domingo de Pascua de ambos años.
“Y tú, Faustina, don de Dios a nuestro tiempo, don de la tierra de Polonia a toda la Iglesia, concédenos percibir la profundidad de la misericordia divina, ayúdanos a experimentarla en nuestra vida y a testimoniarla a nuestros hermanos”, dijo el Papa en la canonización de su compatriota.
Algunos años antes, en 1980, San Juan Pablo II, ya había publicado su carta encíclica titulada “Dives in Misericordia”, sobre la misericordia divina, en la que anima a los fieles a regresar la mirada al misterio del amor misericordioso de Dios.
"Es conveniente ahora que volvamos la mirada a este misterio: lo están sugiriendo múltiples experiencias de la Iglesia y del hombre contemporáneo; lo exigen también las invocaciones de tantos corazones humanos, con sus sufrimientos y esperanzas, sus angustias y expectación", escribió el Papa polaco.
El 30 de abril del año 2000, el Papa proclamó el segundo domingo de Pascua como el “Domingo de la Misericordia Divina” para todo el mundo.
En 2002, el Pontífice estableció que el “Domingo de la Misericordia Divina” se enriquezca con indulgencias, con las que se pueden beneficiar también los enfermos, navegantes de altamar o aquellos que por causa justa no puedan abandonar su casa o desempeñen una actividad impostergable.
Ese mismo año, el Santo Padre viajó a Cracovia (Polonia) y en el Santuario de la Misericordia Divina consagró el mundo a Jesús de la Divina Misericordia.
“Dios, Padre misericordioso, que has revelado tu amor en tu Hijo Jesucristo y lo has derramado sobre nosotros en el Espíritu Santo, Consolador, te encomendamos hoy el destino del mundo y de todo hombre”, fueron algunas de las palabras de su oración.
San Juan Pablo II murió el 2 de abril de 2005, la noche previa al Domingo de la Divina Misericordia de aquel año, Fiesta de la Misericordia que él instituyó siguiendo el pedido de Jesucristo a Santa Faustina.
El Papa Benedicto XVI beatificó a Juan Pablo II el 1 de mayo de 2011, en el segundo domingo de Pascua, y el Papa Francisco lo canonizó el 27 de abril de 2014, también Fiesta de la Misericordia.
Más información en el especial de la Divina Misericordia.
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