, 21 Abr. 23 (ACI Prensa).- “Los escándalos financieros provocados por la falta de vigilancia y transparencia dañan el buen nombre de la Iglesia”. Así lo denunció este viernes, 21 de abril, el Papa Francisco, al recibir en audiencia en el Vaticano a los miembros de la Papal Foundation (Fundación Papal).
“Promoción de la unidad y transparencia” han sido los dos temas principales de su discurso dirigido a los miembros de la entidad que asiste al Pontífice “en el cumplimiento de su misión” y “para servir a aquellas necesidades de la Iglesia que son de particular importancia para el Santo Padre”.
Sobre el tema de la transparencia, el Papa Francisco indicó que en los últimos años la Santa Sede ha realizado varias reformas a fin de garantizar que los servicios prestados a la Iglesia universal y a la sociedad en general por sus diversos dicasterios, instituciones y oficinas se lleven a cabo con la adecuada transparencia.
“Esto es particularmente importante en el servicio de la caridad, que depende de la buena voluntad y la generosidad de tantas personas en todo el mundo”, expresó el Papa Francisco ante 150 miembros de esta fundación pontificia.
“Aunque no son comparables a los inmensos daños derivados de la falta de protección de los más vulnerables frente a las diversas formas de abuso, los escándalos financieros provocados por la falta de vigilancia y transparencia dañan el buen nombre de la Iglesia y pueden poner en discusión la credibilidad de la propia fe”, continuó.
El Santo Padre señaló asimismo que la unidad de la Iglesia está herida por la división, y señaló que el diablo es el enemigo de la unidad.
“Esto se debe a menudo a la influencia de ideologías y movimientos que, aunque a veces tienen buenas intenciones, acaban fomentando partidos y ‘grupos’, en los que todos desarrollan un cierto complejo de superioridad a la hora de entender la práctica de la fe. Esto se ve agravado por la aplicación de terminología mundana, especialmente política, al hablar de la Iglesia y de la propia fe”.
En este sentido, el Papa recordó que San Pablo ya había prevenido a la Iglesia naciente contra estos instrumentos de división, que rechazan la naturaleza de la Iglesia como unidad en la diversidad.
La misión de la Fundación Pontificia, indica su sitio web, es servir al Santo Padre y a la Iglesia Católica con su fe, su energía y sus recursos económicos “para servir a aquellas necesidades de la Iglesia que son de particular importancia para el Santo Padre, siempre con el compromiso de caminar en unión con el Santo Padre y el Magisterio de la Iglesia”.
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