, 13 Abr. 23 (ACI Prensa).- El Papa Francisco reiteró su preocupación por el Sínodo de los Obispos y precisó que no es un “parlamento”, destacando al mismo tiempo que el protagonista es el Espíritu Santo.
Así lo indicó el Santo Padre al recibir este jueves en audiencia a las participantes en la 70ª Asamblea General de la Unión de Superioras Mayores de Italia (USMI), que se realiza el 13 y 14 de abril sobre el tema: “En el camino sinodal, mujeres testigos del Señor resucitado”.
En su discurso, el Papa Francisco señaló que “a veces me da un poco de miedo cuando hablamos de espíritu sinodal y de pronto se piensa: ‘Ahora deben cambiar esto, esto, esto’, y volvemos a cerrarnos de otro modo. No, el camino en espíritu sinodal es escuchar, rezar y caminar. Luego el Señor nos dirá las cosas que debemos hacer”.
“He visto en algunas propuestas: ‘Ahora debemos tomar esta decisión, esto, esto, esto’. No, esto no es camino sinodal. Esto es ‘parlamento’. No olvidemos que el camino sinodal lo hace el Espíritu Santo: Él es la cabeza del camino sinodal, Él es el protagonista”, subrayó el Pontífice.
El Sínodo de los Obispos, que tendrá como tema “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”, se realizará en octubre de 2023 y octubre de 2024 en el Vaticano.
“No es una reunión política”En agosto de 2022, la revista La Civiltà Cattolica publicó el contenido del diálogo del Papa Francisco con los jesuitas de Canadá en el marco de su visita a ese país.
En dicho diálogo, el Santo Padre subrayó: “Me parece fundamental reiterar, como hago a menudo, que el Sínodo no es una reunión política ni una comisión de decisiones parlamentarias”.
Destacó, además, que el Sínodo “es la expresión de la Iglesia, donde el protagonista es el Espíritu Santo. Si no hay Espíritu Santo, tampoco hay Sínodo. Puede haber democracia, parlamento, debate, pero no hay ‘Sínodo’”.
Asimismo en 2015, durante el Sínodo de la Familia, el Santo Padre explicó que “el Sínodo no es un congreso o un parlamento, no es un parlamento o un senado donde nos ponemos de acuerdo”, sino “una expresión eclesial, es decir, la Iglesia que camina junta para leer la realidad con los ojos de la fe y con el corazón de Dios”.
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