REDACCIÓN CENTRAL, 17 Dic. 22 (ACI Prensa).- El sábado es tradicionalmente el día de la semana dedicado a la Virgen María. Por ello, compartimos esta Oración mariana para el sábado anterior a Navidad, cuyo propósito es realzar de manera particular ese sábado previo al día en que celebramos la Natividad del Señor.
Con esta oración, queremos darle gracias a nuestra Madre, porque ella lo dio todo por brindarnos al Reconciliador de la humanidad. Pidámosle a Ella que por su maternal intercesión Jesús también nazca en nuestros corazones.
Para rezar esta oración mariana de forma apropiada, la familia o la comunidad debe reunirse en un lugar apropiado, en torno a una imagen de la Virgen María.
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TODOS:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
LECTOR:
Al dar gracias a Dios por haber enviado a su Hijo al mundo, debemos también agradecer a la Virgen María. Ella respondió con un "sí" rotundo a la invitación de Dios comunicada por el ángel. Con su “sí”, María se convirtió en Madre de Dios y Madre nuestra por obra del Espíritu Santo. Por su “sí”, en la noche oscura de Belén, Dios Padre "irradió sobre el mundo la luz eterna, Jesucristo nuestro Señor".
Démosle gracias, pues, a la Virgen María, por haber hecho posible que podamos alcanzar la reconciliación; y pidámosle que nuestros corazones estén siempre dispuestos a acogerla como madre y a Jesús como su Divino Hijo.
ORACIÓN:
Gracias por ser Santa María.
Gracias por haberte abierto a la gracia, y a la escucha de la Palabra, desde siempre.
Gracias por haber acogido, en tu seno purísimo, a quien es la Vida y el Amor.
Gracias por haber mantenido tu "Hágase" a través de todos los acontecimientos de tu vida.
Gracias por tus ejemplos dignos de ser acogidos y vividos.
Gracias por tu sencillez, por tu docilidad,
por esa magnífica sobriedad, por tu capacidad de escucha,
por tu reverencia, por tu fidelidad, por tu magnanimidad,
y por todas aquellas virtudes que rivalizan en belleza entre sí
y que Dios nos permite atisbar en Ti.
Gracias por tu mirada maternal, por tus intercesiones,
tu ternura, tus auxilios y orientaciones.
Gracias por tantas bondades.
En fin, gracias por ser Santa María, Madre del Señor Jesús y nuestra.
Amén.
LECTOR:
Invoquemos al Señor Jesús, Reconciliador del mundo, recurriendo confiados a la intercesión de su Santa Madre. Digamos a cada invocación:
R. Que tu Santa Madre, Señor, interceda por nosotros.
Sálvanos, Señor, por tu anunciación-encarnación, R.
Sálvanos, Señor, por tu nacimiento en Belén, R.
Sálvanos, Señor, por tu presentación en el templo, R.
Sálvanos, Señor, por tu santo bautismo, R.
Sálvanos, Señor, por tu pasión y tu cruz, R.
Sálvanos, Señor, por tu muerte y sepultura, R.
Sálvanos, Señor, por tu santa resurrección, R.
Sálvanos, Señor, por tu gloriosa ascensión, R.
Sálvanos, Señor, por tu don del Espíritu Santo, R.
Sálvanos, Señor, cuando vengas en la gloria, R.
LECTOR:
Ahora, a nuestras peticiones responderemos:
R. Que interceda por ellos tu Santa Madre.
- Concede al Santo Padre, el Papa Francisco, y a nuestro Arzobispo (se dice el nombre del arzobispo u obispo) vida y salud y renuévalos en su ministerio y en su santidad de vida.
R. Que interceda por ellos tu Santa Madre.
- Ilumina las mentes de los gobernantes en la búsqueda del bien común, de la paz y la reconciliación.
R. Que interceda por ellos tu Santa Madre.
- Escucha el llanto de los que sufren, la oración de los perseguidos a causa de su fe, la invocación de las víctimas inocentes.
R. Que interceda por ellos tu Santa Madre.
- Guía a la conversión a cuantos se han alejado de ti.
R. Que interceda por ellos tu Santa Madre.
- Muestra la luz de tu rostro a cuantos te buscan con sinceridad de corazón. /
R. Que interceda por ellos tu Santa Madre.
- Ayúdanos Madre nuestra a que nuestro hogar sea como el de Nazaret, un cenáculo de comunión en el amor.
R. Que interceda por ellos tu Santa Madre.
TODOS:
Bajo tu amparo nos acogemos,
Santa Madre de Dios;
no deseches las súplicas
que te dirigimos en nuestras necesidades;
antes bien, líbranos siempre de todo peligro,
oh Virgen gloriosa y bendita.
ORACIÓN:
Oh Dios, tú has manifestado al mundo
entre los brazos de la Virgen Madre a tu Hijo,
gloria de Israel y luz de los pueblos;
haz que en la escuela de María
aprendamos a adherirnos al Señor Jesús
y reconozcamos en Él al único Salvador
del mundo ayer, hoy y siempre.
Él vive y reina por los siglos.
Amén.
TODOS:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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