, 02 Dic. 22 (ACI Prensa).- Un sacerdote en Haití denuncia que las bandas armadas, que ahora dirigen el país, atacan escuelas y hospitales católicos en el país, afectado por una violencia “sin precedentes”.
“Todos los años ocurre algo grave. Este año, y aún no ha terminado, no ha habido ni terremotos ni ciclones, pero una violencia sin precedentes ha invadido el país”, dice a la agencia vaticana Fides el P. Antonio Menegón, sacerdote misionero camilo.
El sacerdote lamentó que la ola de violencia genera “inseguridad, miedo, hambre y desesperación y, para que no falte nada, ha vuelto la emergencia del cólera, que mata sobre todo a niños”.
El P. Menegón dijo estar “con el corazón encogido" por la “catástrofe humanitaria” que afecta al país aunque “ningún medio de comunicación hable de ello”.
El sacerdote relató que “las bandas armadas que gobiernan el país son cada vez más agresivas y ahora lo dirigen todo. Los precios de los bienes primarios, como los alimentos, el combustible y las medicinas, se han triplicado con creces”.
“Los jóvenes violentos han destruido, saqueado y quemado depósitos de combustible, así como supermercados, iglesias, depósitos de alimentos de Cáritas y otras organizaciones humanitarias internacionales. Los hospitales, uno tras otro, están cerrando por falta de gasóleo, electricidad, alimentos y medicinas”, lamentó.
La tragedia en un hospital católico“Nuestro hospital, el Foyer Saint Camille de Puerto Príncipe sigue activo, pero no sabemos cuánto tiempo podrá resistir”, explicó el sacerdote.
“Los jóvenes armados han entrado varias veces y, de momento, no se han llevado nada, pero el miedo ha sido grande. En esta situación es difícil trabajar y dar asistencia a los enfermos”, refirió a Fides.
El sacerdote explicó asimismo que a los misioneros y al personal del hospital se les impide salir a buscar suministros o volver a casa, “ya que podrían ser asesinados”.
“Además de los 100 niños discapacitados del Foyer Bethléem y los enfermos del Foyer Saint Camille, ya no sabemos dónde alojar a las mujeres embarazadas que tienen que dar a luz y a los bebés que nacen”, continuó el sacerdote camilo.
Los misioneros tienen que “atender las necesidades de todo el mundo, incluido el personal médico y de enfermería. En el hospital viven más de 300 personas y hay que garantizar a todos la comida, los cuidados y la medicación”, continuó.
A pesar de todo, “desde principios de año hemos construido 40 casas y cinco escuelas en la zona sur de la isla destruida por el terremoto de agosto de 2021”, concluyó el sacerdote.
Haití se encuentra sin presidente desde julio de 2021, cuando asesinaron al mandatario Jovenel Moïse, y no se han podido realizar nuevas elecciones. La lucha por el poder ha agravado la violencia y las protestas.
El terremoto de agosto de 2021 solo agravó aún más las dificultades de los haitianos.
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