, 13 Abr. 21 (ACI Prensa).- En su mensaje para la 110ª Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Mons. Franco Coppola, Nuncio Apostólico en México, señaló que “la disminución de la población católica en esta tierra guadalupana, es sumamente preocupante”.
“Estamos constatando ahora, con mayor claridad, cuánto –en los últimos decenios– la formación en la fe no había logrado ni ha logrado, como tal vez pensamos o como hubiésemos querido, penetrar a fondo en los bautizados”, lamentó.
La 110ª Asamblea Plenaria de la CEM se realiza del 12 al 16 de abril de este año, con 130 obispos mexicanos reunidos de forma virtual a causa de la pandemia de coronavirus COVID-19.
El Nuncio Apostólico recordó los datos del censo realizado en 2020 por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y lamentó que a este ritmo “cada 10 años el número de católicos ha ido disminuyendo, en proporción, en un 5%”.
Los cristianos evangélicos, por su parte, aumentaron en un 7.5% en los últimos 10 años. Los mexicanos que se declaran “sin religión” subieron del 4.7% en 2010 al 8.1% en 2020.
Para Mons. Coppola, “estos datos son aún más explícitos si miramos las estadísticas de nuestras diócesis”, pues mientras la población mexicana aumentó en cerca de 30%, el número de los bautizados ha, en cambio, disminuido, y no poco, sino ¡en un 18%!” en los últimos 20 años.
“Dramática parece la disminución de los matrimonios religiosos: en 1998 se celebraron casi 431.000, mientras para el 2018, fueron 229.000: es decir, tan solo poco más de la mitad”, añadió.
El Nuncio Apostólico lamentó también la disminución de casi 20% de los seminaristas y de los religiosos en 60% en las dos últimas décadas.
En los últimos 20 años además han disminuido en 30% las ordenaciones sacerdotales, añadió.
“Los efectos de esta fuerte disminución no se ven todavía en el número de los miembros de nuestros presbiterios porque – gracias a Dios – ha ido aumentando mucho en estos años nuestra esperanza de vida. Pero la edad media de nuestros presbiterios sube y sube”, dijo.
Mons. Coppola advirtió que “todos estos datos son una llamada de atención para todos nosotros”.
“Cuando estemos frente de Él, el dueño de la mies nos pedirá cuenta de los talentos, muchos, que nos ha confiado: un pueblo católico, fiel y devoto a Santa María de Guadalupe”, dijo.
“No es una de las cien ovejas las que hemos perdido… ¡es una cuarta parte de las ovejas!”, subrayó.
El Prelado lamentó además que actualmente “los jóvenes no conocen la alegría del amor ni el proyecto que Dios tiene para cada uno”.
“Nuestros jóvenes ignoran qué es el amor, qué es un matrimonio, qué es la familia”, dijo.
Esto se debe, indicó, a que “muchas veces porque no han recibido buenos ejemplos en sus familias, y cierto, porque nosotros como pastores no nos hemos hecho cargo de su formación”.
Mons. Coppola pidió también a los obispos mexicanos “tomar en serio y valorizar eficazmente” tres herramientas ofrecidas por el Papa Francisco: la encíclica Fratelli tutti, el Año de San José y el Año de la Familia.
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