Redacción Central, 30 Abr. 21 (ACI Prensa).- El Obispo Emérito de Riobamba, Mons. Julio Parrilla Díaz, se defendió de las acusaciones de corrupción que fueron publicadas en medios locales y extranjeros, luego que el Vaticano anunció el miércoles 28 de abril que el Papa Francisco aceptó su renuncia y la del obispo coadjutor de la diócesis, Mons. Gerardo Nieves.
Según los medios de prensa, entre ellos Associated Press (AP), el Papa lo había destituido “al liderazgo de la diócesis ecuatoriana en medio de quejas” y en respuesta “a los informes de mal gobierno y fallas morales”.
La noticia, rebotada por varios medios, tuvo como fuente un texto de la misionera española Julia Serrano, que en enero del 2021 criticó el gobierno pastoral de Mons. Parrilla por supuestamente tener “tarifario para Misas y sacramentos”, no ser transparente respecto a la economía y bienes de la diócesis, entre otras acusaciones.
Serrano además cuestionó la “transparencia” y “calidad moral” del entonces Obispo Coadjutor de Riobamba, Mons. Gerardo Nieves Loja, cuya renuncia también fue anunciada el 28 de abril.
En respuesta a las publicaciones de los medios, la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE), afirmó en un comunicado del 28 de abril que Mons. Parrilla presentó su renuncia fue por motivos de salud y por haber llegado al límite de edad de 75 años. También señaló que la salida de Mons. Nieves se debió “a razones personales que nadie tiene el derecho de poner en tela de juicio, ya que toca lo más sagrado de cada persona como es su libertad y su responsabilidad”.
Además, señalaron que “si no somos capaces de discernir entre los hechos objetivos y los prejuicios ideológicos, entre la verdad y las interpretaciones personales, estamos muy lejos del Evangelio que debe guiarnos a todos”.
En una conferencia de prensa realizada el jueves 29 de abril, Mons. Parrilla se defendió de las acusaciones de Serrano. Esta persona “ha cuestionado algunas cosas que crean una inquietud, tanto es así, que a veces nos olvidamos cuál es el problema de fondo, que es muy sencillo”, indicó el Prelado.
Explicó que “los obispos de la Iglesia Católica cuando cumplimos 75 años obligadamente tenemos que presentar nuestra renuncia, por la ley canónica”. “En mi caso yo cumplí 75 años el 25 de marzo de 2021 y presenté mi renuncia ante la Santa Sede”
“Al mismo tiempo, cuando el Papa aceptó mi renuncia, y para que no quede la sede vacante, nombró un administrador apostólico”, agregó.
El nuevo administrador apostólico de Riobamba es Mons. José Bolívar de Piedra Aguirre, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Cuenca, cuyo nombramiento también fue informado el miércoles 28 de abril.
Mons. Parrilla cree que “por este desenfoque de pensar que la renuncia es lo mismo que pedir la dimisión, y ese es un equívoco importante, y por unas supuestas razones de mal manejo de fondos y de dificultades morales, esto se ha convertido en una auténtica polvareda, como si la renuncia de un obispo fuera una cosa extraordinaria”.
El Obispo Emérito aseguró no tener “ningún proceso ni civil, ni canónico de ningún tipo”.
En su texto, Serrano acusó de “falta de transparencia” al gobierno de Mons. Parrilla por algunos bienes inmuebles que supuestamente pertenecen o alguna vez pertenecieron a la diócesis.
Serrano se refirió en su artículo al Hospital Andino y a “terrenos propiedad de la diócesis, situados en Tepeyac, parroquia Juan de Velasco, que se vendieron, pero no hay un informe donde se expliquen las razones ni por cuánto se vendió”.
En respuesta, Mons. Parrilla recordó que un “obispo no puede disponer de dinero, sin el permiso de consejos locales y de la Santa Sede”. “Cuando [en el pasado] se tuvo que hacer algún tipo de transacción o firmar algún tipo de contrato, se tiene que consultar a la Santa Sede. Y si se da la autorización, entonces se puede actuar, de lo contrario, no se puede”, explicó.
El prelado de origen español dijo a la prensa que, tras ocho años como Obispo de Riobamba y 30 años de vivir en Ecuador, pensó que su “despedida sería un poco más pacífica y alegre”.
“Nunca he tenido ningún tipo de denuncia ni problema. Y les tengo que decir que la economía de la diócesis, que es humilde, ha quedado muy estabilizada a pesar de la pandemia”, resaltó.
Mons. Parrilla agregó que deja el obispado con “la conciencia muy tranquila”.
Serrano también lanzó acusaciones de índole moral. Escribió que la mayoría del clero en Riobamba incumple el celibato y que una gran cantidad de clérigos tienen hijos.
Mons. Parrilla respondió: “Pues yo allí también me acabo de enterar, como ustedes”. “Por mi lado, yo no tengo hijos y aquí en Riobamba saben de la vida que llevo. Si bien no soy perfecto, mi corazón ha estado puesto en Riobamba y no me he dedicado a otra cosa, pues el pastor debe estar con su rebaño”, dijo.
“Estas cosas que se dicen, no están bien dichas. Y los medios, si son éticos, tienen que contrastar la información que dan, sobre todo cuando afecta a la dignidad de las personas. De lo contrario es difamación”, denunció el Obispo Emérito.
Finalmente, dijo que “quien haya levantado esta polvareda, sabrá sus intenciones”.
“Por mi parte, no me puedo poner en la situación de alguien a quien no conozco. Lo único que sé es que cuando una persona intoxica la información, es porque tiene una finalidad. ¿Cuál será? No lo sé”, agregó.
Al final de la conferencia de prensa, Mons. Parrilla dijo: “Amo profundamente a Dios nuestro Señor; he cumplido 75 años, le he dado mi vida, llevo 30 años en Ecuador, he trabajado siempre en Cáritas, también como presidente nacional, he trabajado arduamente durante el terremoto, y aquí en Riobamba en todos los proyectos agroeconómicos de huertos familiares y muchos otros”.
“Eso es lo que ha llenado mi vida y no tengo otra vida que ser obispo y dentro de cuatro o cinco días, ser jubilado”, concluyó.
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