, 28 Abr. 21 (ACI Prensa).- El Arzobispo de Managua (Nicaragua), Cardenal Leopoldo Brenes, animó a los fieles a unirse al maratón del rezo del Rosario por el fin de la pandemia que ha convocado el Papa Francisco para el mes de mayo.
El 21 de abril, el Santo Padre anunció una maratón de oración con el tema “De toda la Iglesia surgía incesantemente la oración a Dios” con la intención concreta de pedir por el fin de la pandemia de coronavirus.
Esta jornada, que se realizará del 1 al 31 de mayo, es una iniciativa del mismo Pontífice y que se ha encargado de impulsar el Pontificio Consejo para la promoción de la Nueva Evangelización.
En total, 30 santuarios emblemáticos, repartidos por todo el mundo, guiarán la oración mariana que se podrá seguir por medio de los canales oficiales de la Santa Sede todos los días.
En un comunicado, el Cardenal Brenes exhortó a los fieles a unirse “a este hermoso deseo del Santo Padre” para orar por el fin de este momento de crisis sanitaria.
Pidamos “a nuestra Madre que interceda ante su Hijo para que el Espíritu Santo nos ilumine a todos nosotros los nicaragüenses, desde nuestros Gobernantes, Líderes Políticos, Líderes Sociales y Población en general para que podamos aportar un granito de trigo en vista de trabajar por bien común de todos y no por intereses ideológicos o personales”, resaltó.
El Purpurado indicó que Jesús ha dado una promesa concreta que suscita “una gran esperanza”, “si dos de ustedes en la tierra se ponen de acuerdo para pedir algo, mi Padre que está en el cielo se los concederá”.
“Sin duda alguna esto será una hermosa realidad, la petición llega a Dios a través de la intercesión de nuestra Madre la Santísima Virgen María”, afirmó.
El Cardenal Brenes indicó que del 2 al 29 de mayo los fieles podrán unirse al rezo del Rosario a las 10:00 a.m. (hora local) desde un Santuario Mariano, a las 6:00 p.m. desde una de las diócesis de Nicaragua y en otros horarios dependiendo de cada parroquia.
Finalmente, pidió concluir el rezo con la “hermosa oración que la Iglesia recita desde hace más de 1800 años: ‘Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios, no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien líbranos de todos los peligros, oh virgen Gloriosa y Bendita, Amén’”.
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