VATICANO, 29 Abr. 21 (ACI Prensa).- El Papa Francisco mostró su pesar por el fallecimiento del Cardenal Nicholas Cheong Jinsuk, Arzobispo metropolitano emérito de Seúl, Corea del Sur, quien falleció el pasado 27 de abril.
En un telegrama de condolencias enviado por el Santo Padre al Arzobispo de Seúl, Cardenal Andrew Yeom Soo-jung, el Pontífice afirma que “me ha entristecido la noticia del fallecimiento del Cardenal Nicholas Cheong Jinsuk, Arzobispo emérito de Seúl, y le expreso a usted y al clero, a los religiosos y a los fieles laicos de la archidiócesis mi más sentido pésame y la certeza de mis oraciones”.
El Papa asegura estar unido a la Iglesia en Corea “en la acción de gracias por los muchos años de servicio del Cardenal Jinsuk a la Iglesia en Corea y a la Santa Sede, me uno a todos los reunidos en la solemne misa de funeral para encomendar su noble alma al amor compasivo de Cristo, el Buen Pastor”.
“A todos los que lloran el fallecimiento del difunto Cardenal, en la segura esperanza de la resurrección, les imparto de todo corazón mi bendición apostólica como prenda de consuelo y paz en el Señor resucitado”, concluye el Papa Francisco su telegrama.
Biografía
El Cardenal Nicholas Cheong Jinsuk nació en Supyo Dong, Seúl, el 7 de diciembre de 1931 en una familia católica. Fue bautizado en la catedral de Myongdong. Durante su infancia vivió la ocupación japonesa de su país.
Durante la crisis social desatada tras la liberación de Corea, se vio, como otros muchos conciudadanos, influenciado por el ateísmo que llegaba de la órbita de la Rusia comunista. Sin embargo, en 1947 asistió a unas lecciones cuaresmales durante seis semanas durante las cuales sintió que su fe regresaba.
En 1950, cuando era estudiante de Ingeniería en la Universidad Internacional de Seúl, las tropas comunistas ocuparon la ciudad. Cheong Jinsuk no logró abandonar la ciudad, por lo que debió permanecer oculto durante casi tres meses hasta que el ejército recuperó el control de la ciudad. Finalmente, tras la entrada de China en la guerra, abandonó Seúl.
El futuro Cardenal se alistó entonces en los cuerpos de defensa ciudadana, donde recibió una formación durante 2 semanas y alcanzó el grado de alférez. Sin embargo, estos cuerpos de defensa fueron desmantelados y Cheong Jinsuk se dirigió a Daegu, donde el ejército americano buscaba hombres jóvenes.
Gracias a que hablaba inglés, los americanos lo destinaron a tareas de gestión de personal y de traducción de documentos.
Finalizada la guerra, entró en el Seminario Mayor de Song Shin y fue ordenado sacerdote el 18 de marzo de 1961.
Una anécdota destacable de este período de su vida es que, en el momento en que fue ordenado sacerdote, los católicos eran menos de 1% en Corea. El nuevo sacerdote rezó entonces para que alcanzase el porcentaje del 10% de la población, algo que se hizo realidad en el año 2000.
Como sacerdote, desempeñó varios encargos pastorales en la Archidiócesis. Continuó con su formación, por lo que se trasladó a Roma para obtener el título de Derecho Canónico en la Universidad Urbaniana.
Regresó a Corea y el 25 de junio de 1970 recibió el nombramiento por parte del Papa Pablo VI de Obispo de Cheongju, El 3 de octubre de ese año recibió la ordenación episcopal.
El nuevo Obispo tenía una fe inquebrantable en la oración, y no dudaba en pedir a Dios cosas imposibles por el bien de la comunidad cristiana. Así, en el momento de tomar posesión de la diócesis, en Cheongju había 6 sacerdotes coreanos, 20 sacerdotes de Maryknoll y 22 parroquias.
Su primer día como Obispo rezó a Dios para pedirle: “Danos 100 sacerdotes para esta diócesis”, y cuando la dejó, 28 años después, el número de sacerdotes diocesanos había ascendido a 106.
Entre 1975 y 1999 fue miembro del Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal Coreana, y de 1983 a 2006, Presidente del Comité para Asuntos Canónicos. De 1996 a 1999 fue Presidente de la Conferencia Episcopal Coreana.
El 3 de abril de 1998 el Papa San Juan Pablo II lo nombró Arzobispo Metropolitano de Seúl y el 6 de junio de ese año, Administrador Apostólico de la Diócesis de P’yong-yang.
Participó en la Asamblea Especial para Asia del Sínodo de los Obispos en 1998 y Benedicto XVI lo creó Cardenal en el Consistorio del 24 de marzo de 2006 con el título de Santa María Inmaculada de Lourdes en Boccea.
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