, 10 Abr. 21 (ACI Prensa).- El Arzobispo de Boston (Estados Unidos), Cardenal Seán O’Malley, instó a los líderes religiosos a estar atentos para prevenir el abuso sexual infantil y apoyar a los sobrevivientes en su sanación.
Del 8 al 10 de abril, la Universidad de Harvard en asociación con el Vaticano y otros grupos religiosos está realizando un simposio virtual titulado “Fe y florecimiento: estrategias para prevenir y curar el abuso sexual infantil”.
El objetivo principal del evento es conectar a los sobrevivientes de abuso con los profesionales de la salud, defensores del bienestar infantil, legisladores y líderes religiosos de diferentes tradiciones. Una de las metas del encuentro es declarar el 8 de abril como el Día Mundial anual para la Prevención, Sanación y Justicia del Abuso Sexual Infantil.
El 8 de abril, el Papa Francisco envió un mensaje a los participantes, luego el Cardenal O'Malley dio el discurso de inauguración del simposio y, finalmente, hablaron la reina Silvia de Suecia y el ganador del Premio Nobel de la Paz 2018, el doctor Denis Mukwege.
En su mensaje, el Santo Padre expresó su esperanza de que el simposio “contribuya a una mayor conciencia de la gravedad y alcance del abuso sexual infantil y promueva una cooperación más efectiva en todos los niveles de la sociedad para erradicar este profundo mal”.
Por su parte, el Purpurado dijo que “todos tenemos la obligación moral y legal de brindar de la mejor manera posible, protección y atención a las personas a las que servimos, especialmente a los menores, los jóvenes, los adultos vulnerables de todos los grupos religiosos, cívicos y sociales”.
Además, afirmó que “las personas a las que servimos, legítimamente esperan esa protección” y que “debemos estar atentos para apoyar a los sobrevivientes y sus seres queridos en el camino hacia la sanación”.
El Cardenal O'Malley dirige la Pontificia Comisión para la Protección de Menores del Papa Francisco, que copatrocinó el simposio, junto con el Centro para la Protección de la Infancia de la Pontificia Universidad Gregoriana, SNAP, Islamic Relief USA, la Junta de Rabinos de Nueva York, el Consejo Mundial de Iglesias y una docena de otras organizaciones.
En el encuentro, el Purpurado destacó que los participantes del simposio, en especial los de “la Universidad de Harvard y la Universidad Católica de América, son profesionales comprometidos a corregir las injusticias del pasado” y a defender y “proteger a los menores y adultos vulnerables”.
“Muchos trabajan incansablemente para promover la transparencia, la rendición de cuentas y la tolerancia cero en la Iglesia Católica y la sociedad civil”. Aseguró que aplicando lo que hemos aprendido de los trágicos casos del pasado”, se podrá “formular un camino claro para la prevención y crear entornos seguros para nuestros menores y adultos vulnerables”.
El Purpurado subrayó que la “traición del abuso sexual” es una “violación terrible y devastadora de la dignidad humana”, y expresó su reconocimiento y gratitud “a todas las víctimas sobrevivientes que continúan presentándose para compartir sus historias”.
“Es gracias a su valentía que la protección de los niños, los jóvenes y los adultos vulnerables y los programas de asistencia a las víctimas, se están convirtiendo en componentes centrales en todas las facetas de nuestras vidas. Pero, como deja en claro el programa de este simposio, aún queda mucho trabajo por hacer”, concluyó.
El 9 de abril, el Arzobispo de Chicago, Cardenal Blase Cupich, habló sobre el papel de los líderes religiosos en la prevención y sanación del abuso sexual.
En su discurso, el Purpurado dijo que cuando era obispo de una “pequeña diócesis mayoritariamente rural”, hace casi 20 años, se reunió con un sobreviviente de abuso sexual infantil. “El coraje de ese sobreviviente me obligó a ser un adulto de una manera que nunca había experimentado”, subrayó.
Además, habló sobre las acciones que realiza el ministerio de la Arquidiócesis de Chicago dedicado a asistir en la sanación de las víctimas de abuso, que fue establecido por el difunto Cardenal Joseph Bernardin y la oficina arquidiocesana de capacitación en espacios seguros.
“Como el Cardenal Bernardin y yo, el Papa Francisco está motivado en emprender el trabajo de hacer reformas importantes, en gran parte por sus reuniones con sobrevivientes que comparten valientemente sus historias y su profundo dolor”, dijo el Purpurado.
“Como él mismo admite, ha aprendido mucho de esos encuentros. Ha sido decisivo en la remoción de cardenales y obispos, laicizando a algunos, por mala conducta, y en la remoción de obispos por su mal manejo de los casos”, agregó.
“El Papa Francisco quiere que todos los líderes de la Iglesia no solo tengan una total comprensión del impacto devastador que tiene el abuso sexual clerical en los sobrevivientes, sino que también acepten la correspondencia a nivel nacional, regional, diocesano y parroquial para abordar de manera efectiva este problema, de forma que se mantenga a todos los niños a salvo”.
Traducido y adaptado por Cynthia Pérez. Publicado originalmente en CNA.
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