VATICANO, 06 Jul. 20 (ACI Prensa).- El Papa Francisco recordará el séptimo aniversario de su visita a Lampedusa con la celebración de una Misa en la capilla de la Casa Santa Marta.
La Santa Misa se llevará a cabo el miércoles 8 de julio a las 11:00 a.m. (hora local) y “dada la situación sanitaria, solo participará en la Eucaristía el personal de la Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral”, informó el director de la oficina de prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.
El viaje del Papa Francisco a la isla italiana de Lampedusa fue la primera visita fuera de Roma del pontificado.
Las costas de esta isla localizada al sur de Italia han sido conocidas a nivel mundial en los últimos años por ser uno de los puntos de llegada de numerosos inmigrantes a Europa, y también por la pérdida de numerosas vidas en naufragios en el Mar Mediterráneo.
Precisamente, poco después de un dramático naufragio en el que cientos de personas perdieron la vida, el Papa Francisco anunció que visitaría Lampedusa, viaje que realizó el 8 de julio de 2013.
En esa histórica visita, el Santo Padre voló por la mañana a la isla italiana y a su llegada subió a una embarcación para llegar al puerto de Lampedusa acompañado por barcas de pescadores de la isla.
Durante el trayecto arrojó al mar una corona de flores en recuerdo de los emigrantes muertos en el Mediterráneo y a su llegada saludó uno a uno a alrededor de cincuenta inmigrantes quienes estaban en centros de acogida lampedusanos.
Después, el Pontífice celebró una Eucaristía en la que utilizó un báculo pastoral de la parroquia de Lampedusa realizado con los trozos de madera de las barcas de los inmigrantes llegados a la isla y un cáliz de madera que procedía también de esas barcas.
En su homilía, el Santo Padre llamó a la solidaridad y denunció “la globalización de la indiferencia” porque, advirtió, que ante tragedias como esas “hoy nadie en el mundo se siente responsable de esto”.
“Hemos perdido el sentido de la responsabilidad fraterna; hemos caído en la actitud hipócrita del sacerdote y del servidor del altar, de los que hablaba Jesús en la parábola del Buen Samaritano: vemos al hermano medio muerto al borde del camino, quizás pensamos ‘pobrecito’, y seguimos nuestro camino, no nos compete; y con eso nos quedamos tranquilos, nos sentimos en paz”, destacó el Papa Francisco en esa ocasión.
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