, 11 Feb. 23 (ACI Prensa).- El P. David Jasso, sacerdote de la Arquidiócesis de Monterrey y coordinador de la delegación de México para el Sínodo de la Sinodalidad, destacó que en este proceso “la escucha y el diálogo son vitales”, y que el clericalismo “es uno de los enemigos a vencer”.
En diálogo con ACI Prensa, el P. Jasso, que antes de ser ordenado sacerdote era un exitoso directivo de uno de los clubes deportivos más famosos de México, el “Rayados” de Monterrey, señaló que la delegación mexicana se ha preparado “con oración, lectura y reflexión, de la mano del Documento para la Etapa Continental y a través de reuniones virtuales”.
“Además, hemos tomado como referencia para nuestro discernimiento el aporte de los Vicarios de Pastoral reunidos en su Encuentro Nacional del mes de enero y el aporte de algunos equipos animadores”, añadió.
En total, la delegación mexicana está conformada por 32 personas, entre obispos, laicos adultos y jóvenes, sacerdotes, religiosos y religiosas.
Reunión de delegados mexicanos para la fase continental del Sínodo de la Sinodalidad. Crédito: Cortesía.
La fase continental del Sínodo de la Sinodalidad comenzó el 27 de octubre de 2022 y concluirá el 31 de marzo de este año. Al finalizar esta etapa, cada continente del mundo enviará una síntesis a la Secretaría del Sínodo.
Estas síntesis continentales servirán para la elaboración de un documento de trabajo para los participantes en la primera sesión del Sínodo de la Sinodalidad, que se realizará en Roma del 4 al 29 de octubre de 2023.
En el caso de América Latina y el Caribe, la Asamblea Continental se desarrollará del 13 de febrero al 10 de marzo en cuatro encuentros.
El primero, para Centroamérica y México, tendrá lugar en San Salvador (El Salvador) del 13 al 17 de febrero. El segundo, para el Caribe, se hará en Santo Domingo (República Dominicana) del 20 al 24 de febrero.
El tercer encuentro, para los países bolivarianos, se llevará a cabo en Quito (Ecuador) del 27 de febrero al 3 de marzo. Y el último, para el Cono Sur, tendrá como sede Brasilia (Brasil), del 6 al 10 de marzo.
Según explica el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM), “al término de los cuatro encuentros regionales se realizará en Bogotá (Colombia) un encuentro con dos delegados de cada región, integrantes del equipo para la fase continental y otros invitados, para elaborar, también en un marco de discernimiento, la síntesis continental”.
¿Sinodalidad? “La práctica hace al maestro”Para el P. David Jasso, si se quiere comprender qué es la sinodalidad, “‘la práctica hace al maestro’ y no se aprende a nadar más que nadando”.
“Creo que la sinodalidad se asume en la medida en la que se vive. Sin duda la escucha y el diálogo son vitales, así como la práctica del discernimiento comunitario”, resaltó.
El sacerdote mexicano indicó que en la reflexión que han tenido los delegados mexicanos “sobresale la importancia de generar espacios de encuentro, diálogo y trabajo con otros actores de la sociedad, así como el favorecer el protagonismo pastoral de los jóvenes”.
También resalta la búsqueda de la “participación activa de la mujer y, por supuesto, el superar el clericalismo tan arraigado entre nosotros”.
“Pensar latinoamericanamente”El P. Jasso apuntó a que el desafío que tienen por delante en la fase continental del Sínodo de la Sinodalidad “es el de ‘pensar latinoamericanamente’, es decir, el de mirar más allá de nuestras fronteras al realizar nuestro aporte”.
“La etapa continental es una providencial novedad en el camino de los Sínodos, y por ende ha representado un esfuerzo no solo para la Secretaría del Sínodo, sino para cada instancia animadora de esta etapa”, señaló.
El “fruto” de este trabajo, aseguró, “será el de reconocernos en la misma barca, compartiendo desafíos comunes y buscando juntos la solución”.
El “desafío” de acercar a los jóvenes al SínodoEl sacerdote mexicano reconoció que la distancia de los jóvenes en el proceso sinodal “es un desafío”.
“Tengo conocimiento de la participación de muchos jóvenes en la fase diocesana, y es por eso que en la delegación mexicana se han integrado jóvenes que tienen una responsabilidad nacional y latinoamericana. Pero evidentemente no es suficiente”, reconoció.
“Los jóvenes son la riqueza de México, nos dijo el Papa en 2016 y creo que debemos valorar esta riqueza”, añadió.
Entre otros riesgos para el proceso sinodal, el P. Jasso advirtió de la “tentación” de “convocar o tomar en cuenta solo a una ‘élite ilustrada’ o que las reflexiones sean de unos cuantos ‘desde el escritorio’”.
“Sin embargo, me consta que esto se ha cuidado mucho por parte de los organizadores”, apuntó, señalando que también existe el peligro de “‘caer’ solo en el análisis, en la democratización”.
“De ahí la importancia del discernimiento y del método de la conversación espiritual que se propone en esta etapa”, aseguró.
0 comentarios:
Publicar un comentario