, 26 Jul. 20 (ACI Prensa).- El Arzobispo de San Juan de Cuyo (Argentina), Mons. Jorge Eduardo Lozano, recordó que este domingo, cuando la Iglesia recuerda a los abuelos de Jesús, San Joaquín y Santa Ana, en muchos lugares se celebra el Día de los Abuelos y ofreció una interesante y sencilla reflexión al respecto.
Para iniciar su reflexión, el Prelado argentino leyó algunos pasajes del Documento de Aparecida, un texto de los obispos de América Latina surgido tras un importante evento eclesial latinoamericano que se realizó en mayo de 2007, en la que el ahora Papa Francisco fue el presidente de la comisión de redacción.
Los pasajes leídos por el Arzobispo corresponden a los numerales 447 y 449 del documento. El primero señala que “niños y ancianos construyen el futuro de los pueblos. Los niños porque llevarán adelante la historia, los ancianos porque transmiten la experiencia y la sabiduría de sus vidas”.
“Muchos de nuestros mayores han gastado su vida por el bien de su familia y de la comunidad (…) La sociedad no puede considerarlos como un peso o una carga”, indica el segundo numeral.
“Qué importante es este vínculo entre los niños y los ancianos que nos muestra el documento, porque entre ellos, en el comienzo y la conclusión de la vida, se va dando una comunicación de valores y de afecto”, dijo el Arzobispo en su reflexión publicada en un video en Youtube.
“Qué importante en muchas familias también los abuelos en la comunicación de la fe. Ustedes que han enseñado a sus nietos a rezar a cuidar a los más pequeños o más frágiles”, continuó.
Mons. Lozano dijo además que “ese vínculo vital que hace que podamos experimentar el vínculo de una generación con la otra, como los eslabones de una misma cadena, que no solo nos unen en el vínculo familiar, sino como parte de un pueblo, de una misma historia”.
“Recemos por los abuelos, por aquellos que sufren la soledad, el maltrato, la enfermedad, por los que la sociedad no trata de manera adecuada”, exhortó.
“Recemos por los que se dedican a su cuidado. Que Dios te bendiga”, concluyó el Prelado argentino.
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