Redacción Central, 26 May. 23 (ACI Prensa).- La dictadura en Nicaragua arrestó al sacerdote Jaime Iván Montesinos Sauceda acusándolo de “cometer actos que menoscaban la soberanía, la independencia y la autodeterminación de la nación”.
El 25 de mayo, la Policía Nacional confirmó, a través de la nota de prensa 009-2023, la detención del P. Montesinos, de 61 años, quien es el tercer sacerdote católico intervenido en tan sólo una semana.
“El día martes 23 de mayo de 2023, a las 9:00 de la noche, en el departamento de Boaco, municipio San José de los Remates, en el kilómetro 104, carretera hacia el municipio de Esquipulas, fue detenido el sacerdote Jaime Iván Montesinos Sauceda”, señala la nota.
El sacerdote es párroco de la Iglesia Juan Pablo II del municipio de Sébaco, en la Diócesis de Matagalpa, jurisdicción que dirige Mons. Rolando Álvarez, quien ha sido condenado injustamente a más de 26 años de prisión por el supuesto delito de “traición a la patria”.
Según la nota de prensa, el P. Montesinos “se encontraba en actitud sospechosa, en estado de ebriedad y en compañía de una joven, a bordo de la camioneta Marca Toyota Hilux Color Blanco, doble cabina, placa MT 23726, estacionada a la orilla de la vía”.
La policía nicaragüense, que no ha presentado ninguna prueba, agregó que está realizando “las diligencias investigativas pertinentes y remitirá al investigado a las autoridades competentes para su enjuiciamiento y determinación de las responsabilidades penales”.
Tras las acusaciones, varias organizaciones de derechos humanos y críticos de la dictadura condenaron la detención.
La Unión Nicaragüense Autoconvocada, una organización política de oposición, denunció que “la policía al servicio de la dictadura, calumnia e inventa para intentar lavar el rostro de sus fechorías”.
“Condenamos estos ataques contra la Iglesia Católica, condenamos esas calumnias y exigimos el respeto a la integridad física y la inmediata liberación del Padre Jaime, así como la de Monseñor Rolando Álvarez y todos los secuestrados políticos”, indicó en un comunicado difundido el 26 de mayo.
Félix Maradiaga, ex preso político y ex candidato presidencial en Nicaragua, señaló desde su cuenta de Twitter que los matagalpinos conocen la trayectoria del P. Jaime Montesinos y conoce de su fiel servicio a la iglesia y de su entrega a la comunidad”.
“Sobra decir que todo lo que dice el régimen es una calumnia, que forma parte del plan de persecución a la Iglesia Católica. ¡Exigimos su inmediata liberación!”, exclamó el 26 de mayo.
Por su parte, Arturo McFields Yescas, ex embajador de Nicaragua ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), escribió en Twitter que la detención ocurrió, “en otras palabras, por pensar diferente y no someterse a la dictadura”.
Asimismo, el colectivo de derechos humanos “Nicaragua Nunca Más”, repudió “la detención arbitraria del sacerdote”. Además, aseguró que la investigación abierta en su contra “es parte de la persecución contra la Iglesia Católica y la criminalización a sacerdotes y personas religiosas”.
“En días anteriores fueron detenidos y remitidos a arresto domiciliar los sacerdotes Pastor Eugenio Rodríguez Benavides, párroco de la parroquia Divina Providencia de Jalapa, y Leonardo Guevara Gutiérrez, párroco de la Catedral de Estelí”, indicó la institución en un comunicado.
Entre el 20 y 22 de mayo, estos sacerdotes fueron “trasladados” por las autoridades a Managua, la capital del país, a una de las casas de formación de la Iglesia, mientras transcurre un tiempo de investigación sobre asuntos administrativos de la extinta Cáritas Diocesana de Estelí.
Cáritas Estelí fue disuelta en febrero de 2022 por el régimen de Ortega y Murillo, acusada de supuesto incumplimiento de obligaciones.
Nicaragua Nunca Más condenó “la jornada represiva y persecución contra la población, en particular a sacerdotes, en un estado de excepción ejecutado por la Policía que violenta los derechos humanos, entre ellos la libertad religiosa”.
Nicaragua Nunca Más, en su publicación, condenó “la jornada represiva y persecución contra la población, en particular a sacerdotes, en un estado de excepción ejecutado por la Policía que violenta los derechos humanos, entre ellos la libertad religiosa”.
En los últimos cinco años han ocurrido al menos 529 ataques perpetrados por la dictadura del presidente nicaragüense Daniel Ortega contra la Iglesia, y 90 de ellos fueron cometidos en lo que va del 2023, según el reciente informe “Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?”.
Entre las agresiones, el documento detalla el encarcelamiento injusto del obispo Rolando Álvarez, desde el mes de febrero. También informa de 32 religiosas expulsadas del país, 7 edificios de la Iglesia confiscados por el régimen y diversos medios de comunicación cerrados.
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