Vaticano, 11 May. 23 (ACI Prensa).- El P. Felipe García Díaz-Guerra, Director de la Fundación española “Madre de la Esperanza”, que acompaña y apoya a personas con discapacidad y a sus familias, explicó que “el auténtico motor de nuestro trabajo es reconocer que Cristo está en medio de nosotros”.
La Fundación española “Madre de la Esperanza” cumplió en el mes de abril 50 años desde su creación. Como regalo de aniversario, un grupo de voluntarios y discapacitados pudieron viajar hasta Roma para reunirse con el Papa Francisco, quien les recibió en la Sala Clementina del Palacio Apostólico.
El sacerdote diocesano de Toledo (España) y Director general de la Fundación, contó a ACI Prensa los detalles de su audiencia con el Santo Padre y compartió algunas anécdotas de su visita a la capital italiana.
Destacó que “viajar con personas con discapacidad intelectual tiene cierta dificultad, por alterar tanto el ritmo de su vida ordinaria”.
“Pero lo han vivido con inmensa ilusión por estar con el Papa y pedirle su bendición en este momento tan importante del 50 aniversario de la puesta en marcha de esta obra de la Iglesia en Talavera de la Reina (Toledo, España)”, señaló.
Para los que conforman la Fundación, “esta conmemoración supone un reconocimiento a la labor realizada por los profesionales, por el esfuerzo de las familias y el apoyo de mucha gente que ha hecho de estos 50 años una historia de ilusión, esperanza y de mucho amor cristiano”.
De su encuentro con el Papa Francisco, el sacerdote español destacó que el Pontífice supo transmitir “lo que es el auténtico motor de nuestro trabajo de acompañamiento y apoyo a las personas con discapacidad y sus familias: el reconocer que Cristo está en medio de nosotros”.
Para el P. García, “es el amor que nos comunica Jesús el que llena de valor el sufrimiento, y abre posibilidades nuevas, de esperanza, a estas personas que desarrollan y hacen desarrollar capacidades y deseos de entrega nuevos en cuantos estamos a su lado”.
“Creemos en las capacidades de las personas con discapacidad, y esa ‘fe en ellos’ es el mejor estímulo para que ocupen el lugar que les corresponde en la sociedad y en la Iglesia”, señaló el P. Felipe.
Al recordar el discurso del Papa Francisco a la Fundación, el sacerdote resaltó el momento en el que “nos dijo lo hermoso, lo bello que es celebrar cincuenta años unidos para trabajar juntos”.
“Estos 50 primeros años de esta obra de la Iglesia diocesana de Toledo ha sido fruto de trabajo unidos en el Señor Jesús por las personas con discapacidad”.
Esta unidad entre familias, diócesis, instituciones y benefactores es, según el P. Felipe, “lo que nos ha permitido no sólo crecer como institución, sino sobre todo apoyar a las personas con discapacidad para crecer con dignidad y plena inclusión en la sociedad”.
El también Rector de la Basílica de Nuestra Señora del Prado de Talavera de la Reina y profesor de Sociología y Moral Fundamental en el Instituto Teológico "San Ildefonso" de Toledo (España), recalcó el agradecimiento del Santo Padre “por llevar a Jesús a los demás, aunque no nos demos cuenta”.
“Ser presencia de Jesús, testimonio de su amor, es lo que llena de sentido la Fundación. Y en este momento de creciente descristianización nuestra Fundación está llamada a ser netamente evangelizadora y misionera”, subrayó.
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