, 15 Mar. 23 (ACI Prensa).- La Comisión de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) publicó un comunicado en solidaridad con la ciudad de Rosario ante la situación que atraviesa en torno al narcotráfico y sus graves consecuencias en la sociedad.
Con el título “Las heridas del narcotráfico”, el documento comienza recordando que, desde hace tiempo, los obispos argentinos vienen manifestando su conmoción. En especial, subrayan la contraparte del flagelo del narcotráfico: “Los rostros sufrientes de quienes están atrapados y condenados por una de las calamidades más grandes de estos últimos tiempos, como es el consumo y las adicciones a la droga.
La Pastoral Social de la CEA expresa también su preocupación por la expansión del “narconegocio” instalado en la Argentina. Y precisa que la comercialización y el consumo “se extienden a lo largo y ancho de nuestro país, con penetración muy fuerte en especial en los barrios más pobres”.
Sobre el caso puntual de Rosario, se advierte la gravedad de “una escalada de violencia sin fin”, y “episodios conmovedores” con víctimas fatales del crimen organizado.
En ese marco, alerta, vuelve a tener vigencia la sospecha de que esta situación “de desborde” cuenta con “la complicidad y la corrupción de algunos dirigentes”, así como de “miembros de fuerzas de seguridad, funcionarios de la justicia y políticos”, de quienes la sociedad piensa que “colaboran con los grupos mafiosos”.
“También es funcional y cómplice quien pudiendo hacer algo se desentiende, se lava las manos y ‘mira para otro lado’”, considera.
Además, manifiesta su apoyo a la Pastoral Social de la Arquidiócesis y solicita respuestas a los distintos niveles del Estado.
En su comunicado, la Pastoral Social de la CEA advierte sobre el posible vínculo entre las bandas de crimen organizado y el contrabando, el lavado de dinero y la evasión impositiva.
A pesar de este escenario, el organismo del Episcopado confía en que “son muchísimos los hombres y mujeres que están dispuestos a acompañar las iniciativas del gobierno, legisladores y jueces, para dar una contundente respuesta al drama nacional del narcotráfico”.
“Además, hay que considerar que estas organizaciones criminales frecuentemente se dedican también a la trata de personas para la explotación laboral y sexual, y al tráfico de armas”, añade.
El comunicado concluye con el pedido a la Virgen del Rosario para que inspire “a la dirigencia política, económica y social”, y así se construyan consensos que generen “políticas públicas lúcidas, decididas y valientes”.
La Mesa del Diálogo Santafesino, formada por los credos presentes en la provincia, las universidades, entidades y asociaciones de Santa Fe, también envió su solidaridad.
Los integrantes de esta Mesa reconocieron que en la ciudad de Rosario se viven “momentos de sufrimiento, angustia y dolor”, y advirtieron sobre el peligro de que la situación “se replique en Santa Fe y en otras ciudades del país”.
Allí, llamaron al trabajo conjunto de la clase política y la sociedad civil para terminar urgentemente con “el flagelo de la droga, la inseguridad, la pobreza, la falta de oportunidades”.
Indicaron que para ello es necesario dejar de lado “intereses y mezquindades”, y buscar “el diálogo que no defrauda”. El horizonte es “alcanzar un acuerdo político y social” que lleve “a mejorar la vida” de los vecinos en las ciudades y pueblos del país, señalaron.
En concreto, pidieron mejorar la seguridad y fomentar oportunidades a los jóvenes “para alejarlos de la droga a través de la educación y el trabajo”. Los miembros de la Mesa se comprometieron asimismo a participar en “cada una de las instancias en las que seamos convocados”.
La situación actual es crítica en la ciudad de Rosario, foco del narcotráfico en Argentina. Allí, la violencia vinculada a los conflictos entre bandas ha ido en crecimiento y ha provocado, en lo que va de 2023, cerca de una muerte por día.
En la mayoría de los casos, se comprobó que habían sido crímenes planificados.
En los primeros días de marzo, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, anunció que aumentará el número de efectivos de las fuerzas federales en la ciudad de Rosario, y sumará al Ejército con el propósito de “urbanizar los barrios populares”.
Además, se prevé la instalación de una oficina de la Unidad de Inteligencia Financiera para investigar el lavado de dinero en la ciudad.
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