, 30 Mar. 23 (ACI Prensa).- Las procesiones que se suceden durante la Semana Santa en España constituyen una de las más importantes expresiones de devoción popular en todo el mundo, pues gozan de una variedad casi infinita, desde la sobriedad castellana al fervor de Andalucía.
Este fervor se alienta de representaciones de primer nivel del arte sacro creadas por las manos de los más importantes imagineros; del detalle de los vestidos procesionales y de los ornamentos de las figuras; de los diferentes modos en que el pueblo español expresa su fe.
Sevilla: La “madrugá”Con toda seguridad sus procesiones son las que configuran el retrato más icónico a nivel internacional. No en vano, son miles los miembros de las cofradías y hermandades que procesionan por las calles de Sevilla cada Semana Santa.
Probablemente la llamada “madrugá”, la noche del Jueves al Viernes Santo, sea una de sus citas imprescindibles.
A lo largo de horas, las calles del centro de la ciudad del río Guadalquivir contemplan el paso de las procesiones de El Silencio, Jesús del Gran Poder o el Cristo de los Gitanos. También de las muy veneradas Vírgenes de La Macarena o La Esperanza de Triana.
Desde el Domingo de Ramos al Domingo de Resurrección, cerca de 70 procesiones estructuran la vida de la ciudad durante esos días.
Málaga: El Cristo de la Buena Muerte y la LegiónTambién en Andalucía, la Semana Santa de Málaga es reconocida por el gran tamaño de sus tronos que mecen los miembros de sus cofradías por las calles de la ciudad costera.
Una de sus expresiones más destacadas es el traslado que se realiza del Cristo de la Buena Muerte desde el puerto hasta la iglesia de Santo Domingo a cargo de Caballeros y Damas de la Legión Española.
El también conocido como Cristo de Mena, en honor del autor de la talla original, es escoltado por los militares con una disciplina perfectamente sincronizada que no deja indiferente a los asistentes.
Valladolid y las siete palabrasLas procesiones en Valladolid están marcadas por el silencio y la sobriedad, sólo interrumpidos de forma leve por el sonido de las cadenas de los penitentes.
Destaca su particular Sermón de las Siete Palabras en la monumental Plaza Mayor, que es anunciado por un cofrade que recorre la ciudad a caballo entonando un poema elegido entre los que se presentan cada año.
Su Procesión General consta de 31 pasos, entre los que se encuentran hermosas piezas, la mayoría talladas en los siglos XVI y XVII. De entre ellas destaca la Virgen de las Angustias.
Zamora, mil años de devociónLos primeros vestigios de las procesiones de la Semana Santa en la ciudad castellano-leonesa de Zamora se remontan al siglo XII, aunque las cofradías con mayor antigüedad son del siglo XVI.
El patrimonio artístico que se puede admirar es de los más importantes de España. Algunas de las tallas se conservan desde el siglo XIV. Las más reseñadas son el Cristo de las Injurias, el Cristo de la Buena Muerte y el Cristo Yacente.
Desde 1964 la ciudad cuenta con un museo dedicado a la Semana Santa, donde se puede admirar la mayoría de los pasos durante todo el año.
Cuenca: las turbasLa ciudad de Cuenca, en Castilla-La Mancha, acoge una de las procesiones más particulares, la conocida como de “las turbas”, cuyo nombre oficial es Camino del Calvario. En ella se representan las burlas que sufrió Jesucristo cuando cargaba el madero camino del Gólgota.
Mediante el uso de algunos instrumentos, se produce al paso de las tallas un ruido ensordecedor provocado por los gritos de los presentes y el uso de algunos instrumentos. Más de 25.000 nazarenos copan las calles recoletas de esta ciudad durante los días de la Pasión.
Estas son probablemente las cinco que tienen más fama, pero hay muchas otras con gran interés religioso y cultural, pues España tiene reconocidas como de interés turístico internacional hasta 26 de estas manifestaciones de la piedad popular.
Así, algunas de ellas también han sido distinguidas como parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, como las espectaculares tamborradas de Aragón, con mención especial a Calanda.
Otras tradiciones menos conocidasTambién cautivan a los presentes los miles de cofrades ataviados con vestiduras propias de las legiones romanas en Tarragona, o la representación viviente de la Pasión que se realiza en la localidad vasca de Balmaseda, en la que participa prácticamente todo el vecindario.
En Lorca forman parte de las procesiones cuádrigas romanas y jinetes que demuestran su destreza ataviados con vestiduras singulares. La ciudad de Murcia destaca por sus impresionantes tallas del maestro del siglo XVIII Francisco Salzillo.
En Ávila, el silencio protagoniza la procesión del Miserere, y en Villaviciosa merece la pena asistir al llamado “Desenclavo” del Viernes Santo -una suerte de auto sacramental documentado desde finales del siglo XVII- y su posterior procesión.
No menos impactante es la Danza de la Muerte en Verges (Cataluña) o la procesión de los “picaos” en San Vicente de la Sonsierra (La Rioja), donde los penitentes se flagelan y cargan cadenas.
Menos trágico resulta el llamado “Volatín” en la localidad navarra de Tudela, una tradición que consiste en poner petardos en un pelele y que simboliza la agónica muerte de Judas Iscariote.
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