, 03 Mar. 23 (ACI Prensa).- Los obispos de México condenaron “rotundamente” la violenta irrupción de la policía municipal de Ciudad Juárez en la Catedral local con el objetivo de arrestar a un grupo de migrantes.
Desde hace tiempo la Catedral de Ciudad Juárez es uno de los lugares donde se acoge a migrantes, teniendo en cuenta su ubicación cercana a la frontera con Estados Unidos.
Entre las personas acogidas, hay quienes están a la espera de una cita para regularizar su situación migratoria en México o quienes buscan llegar a Estados Unidos porque no ven futuro en su país de origen.
En un comunicado publicado el 2 de marzo, la Dimensión Episcopal de la Pastoral de la Movilidad Humana de la Conferencia del Episcopado Mexicano denunció que, el día anterior, la policía había irrumpido en la Catedral “utilizando la violencia y transgrediendo la integridad física y psicológica de las personas”, dejando al menos un herido.
Asimismo, condenó “rotundamente este tipo de hechos en donde se actúa de forma arbitraria y sin apego a protocolos legales, violentando los derechos humanos de las personas”.
Ante lo ocurrido, el área episcopal adelantó que presentará “las denuncias correspondientes ante las autoridades competentes y contra quien resulte responsable”.
“Es inadmisible que las autoridades de cualquier nivel de gobierno ingresen a espacios de atención humanitaria para personas migrantes y violenten dichos espacios, que además, son lugares dedicados al culto religioso”, subraya el texto.
Por su parte, el Obispo de Ciudad Juárez, Mons. José Guadalupe Torres Campos, también expresó, en otro comunicado, su “inconformidad por el modo en el que se actuó”, y pidió “que este tipo de situaciones no vuelvan a repetirse ni en la Catedral ni en ningún otro albergue de nuestra ciudad”.
Mons. Torres explicó que el 2 de marzo se había realizado una reunión con el Secretario de Seguridad Pública Municipal, Dr. César Omar Muñoz Morales, con el fin de evitar que se repitan estos actos violentos.
El comunicado precisa que Muñoz “se comprometió a que situaciones semejantes no se repitan, girando instrucciones precisas a la corporación para la colaboración y vigilancia del respeto de los derechos humanos”.
“Confiando en que todos podemos colaborar en toda obra social para el bien de los más necesitados, elevo mi oración a Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de nuestra Catedral y Emperatriz de América, para que nos ayude a todos a vernos como hijos de un mismo Dios y hermanos entre nosotros”, concluyó el obispo.
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