, 11 Ene. 23 (ACI Prensa).- El P. Jaime Adolfo González-Farías, un sacerdote llegado desde Chile que desplegó su ministerio en la Diócesis de Charleston, Carolina del Sur (Estados Unidos), es acusado de presunto abuso sexual a una niña de 11 años en 2020.
El sacerdote, oriundo de la Diócesis de San Bernardo (Chile), fue arrestado el 29 de noviembre en Miami, Florida, pero la acusación se hizo pública en los últimos días.
El tribunal distrital de Estados Unidos para Carolina del Sur acusa al P. González de haber utilizado "una instalación y medios de comercio interestatal y extranjero para intentar y lograr persuadir, inducir, atraer y coaccionar" a una niña de 11 años "para participar en actividades sexuales”.
La denuncia añade que el sacerdote “transportó a sabiendas” a la menor de 11 años “con la intención de que participara en actividades sexuales”.
El tercer cargo en la acusación indica que González Farías “cruzó una línea estatal con la intención de participar en un acto sexual".
Además, detalla el delito de "tocamiento intencional, no a través de la ropa, de los genitales de otra persona que no alcanza la edad de 16 años, con intención de abusar, humillar, acosar, degradar, excitar o satisfacer el deseo sexual de cualquier persona” con la niña de 11 años de edad.
Jaime Adolfo González-Farías recibió su ordenación sacerdotal en 1990.
Desde entonces, ocupó cargos como pastor, vicario parroquial, administrador y capellán.
La Diócesis de Charleston se pronunció al respecto, con una declaración que explica que "fueron informados de una acusación de conducta sexual inapropiada con una menor que involucraba al sacerdote visitante, el P. Jaime González-Farías, en diciembre de 2020, después de que había salido del país hacia su hogar en Chile”.
"En enero de 2021, notificamos a sus feligreses acerca de la alegación de abuso", recordaron.
Con posterioridad, "el Obispo retirado Robert E. Guglielmone determinó que había motivos razonables para creer en la acusación", añadieron.
Inicialmente, tomó el caso un departamento de Policía local, pero luego fue referido a las autoridades federales, explicó la Diócesis. "Hemos cooperado plenamente con ambas fuerzas del orden”, aseguraron.
Según la declaración, González Farías comenzó a servir en la Diócesis en 2015. Previamente, aprobó una verificación de antecedentes y completó la capacitación de la Diócesis sobre ambientes seguros.
En julio de 2020 fue “reevaluado” y “no se observó actividad delictiva en ese reporte”, precisaron.
Un artículo sobre nuevas asignaciones de sacerdotes, publicado en la revista de la Diócesis en julio de 2020, indicaba que González-Farías sería el administrador de la iglesia de San Marcos, en Newberry.
Además, participaría en la Misión del Espíritu Santo en Laurens, y en la Misión de San Bonifacio en Joanna.
El artículo agrega que sería capellán del Instituto Correccional de Tyger River y del Colegio Sacerdotal.
El nombre de González-Farías apareció en un informe diocesano sobre abusos sexuales del clero, publicado en agosto de 2021.
Ocupaba la sección: “Orden religiosa o sacerdotes visitantes con una acusación creíble de conducta sexual inapropiada o abuso infantil dentro de la Diócesis de Charleston”.
Al momento de la publicación de dicho informe, el “estado” del sacerdote figuraba como “desconocido – se cree que regresó a Chile”.
CNA, agencia en inglés del Grupo ACI, se comunicó con la Diócesis de Charleston para saber cuándo fue que González-Farías dejó el lugar, pero hasta el momento de esta publicación no recibió respuesta.
El castigo para el primer cargo de coacción y seducción de un menor es una pena de prisión de entre 10 años y cadena perpetua, y una multa de hasta 250 mil dólares.
Traducido y adaptado por Julieta Villar. Publicado originalmente en CNA.
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