VATICANO, 15 Abr. 22 (ACI Prensa).- El Limosnero Pontificio, el Cardenal Konrad Krajewski, continúa su misión en Ucrania como enviado papal en la que celebrará el Triduo Pascual junto a los ucranianos.
Se trata del tercer viaje a Ucrania que realiza el Purpurado polaco como enviado papal desde que comenzó la invasión rusa.
En una entrevista concedida a Vatican News, el Cardenal Krajewski relató que el Jueves Santo entregó la segunda ambulancia donada por el Papa al hospital de cardiología de Kiev que se trató de “un símbolo, no solo para salvar vidas, sino también un símbolo de la posible resurrección de Ucrania”.
“Nos reunimos con muchos médicos y otro personal y el director agradeció al Papa este regalo recibido en el día de la conmemoración de la Última Cena, es decir, un signo del beso del Papa a los pies del pueblo ucraniano, de su cercanía y sufrimiento con él”, relató la autoridad vaticana.
Luego, el Limosnero Pontificio citó unas palabras del director de este hospital en Kiev que -dijo- se grabaron en su corazón: “Somos médicos y debemos ser como el buen samaritano y operar no solo a los ucranianos heridos, al pueblo y a los militares, sino que debemos ayudar a todos, incluidos los rusos”.
Además, el Cardenal Krajewski señaló que actualmente en la capital de Ucrania “hay grupos de asalto, sirenas sonando y gente escondiéndose. Y basta con salir a poca distancia de Kiev para encontrar los signos más profundos de la guerra, hasta las personas sin vida”.
En esta línea, el Purpurado dijo que este Viernes Santo tratará de “llegar a estos mismos lugares y celebrar el Vía Crucis, mientras el Papa lo hará en el Coliseo”.
“Con el Nuncio, de manera privada, haremos nuestro Vía Crucis donde está la verdadera Pasión de Jesús, donde se sufre y se muere. Pero terminaremos el Vía Crucis con la estación de la resurrección”, señaló el Limosnero Pontificio.
En este sentido, el Cardenal Krajewski recordó que permanece en Ucrania toda la Semana Santa “para vivir el Triduo con los ucranianos” porque “la presencia es el primer nombre del amor” y es por eso que el Santo Padre lo envió allí: “para estar entre la gente y no para hacer fotos o viajar, sino para quedarme y rezar”.
Finalmente, el Purpurado recordó que la Iglesia Ortodoxa celebra la Pascua una semana después de la Iglesia Católica Romana por lo que concluyó que en Ucrania “el tiempo se prolonga y podemos, por así decirlo, celebrar la Resurrección de Cristo dos veces, si bien nosotros podemos celebrarla en cada Misa”.
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