VATICANO, 20 Mar. 22 (ACI Prensa).- El Papa Francisco lamentó “la violenta agresión contra Ucrania” que calificó como “una masacre insensata” que no tiene justificación porque es una “crueldad, inhumana y sacrílega”.
Después del tradicional rezo del Ángelus dominical este 20 de marzo, el Santo Padre dijo que “lamentablemente, la violenta agresión contra Ucrania no cesa, una masacre sin sentido donde las atrocidades se repiten cada día” y advirtió que “de nuevo esta semana, los misiles y las bombas cayeron sobre civiles, ancianos, niños y madres embarazadas”.
“No hay justificación para ello. Pido a todos los actores de la comunidad internacional que se comprometan realmente a poner fin a esta guerra repugnante”, indicó el Papa.
En esta línea, el Pontífice explicó que “¡Esto es inhumano!” y añadió que “también es un sacrilegio porque va en contra de la santidad de la vida humana, especialmente contra la vida humana indefensa, que debe ser respetada y protegida, no eliminada, y que ¡está por encima de cualquier estrategia! No lo olvidemos: ¡es cruel, inhumano y sacrílego!”.
Por ello, el Santo Padre pidió “recemos en silencio por los que sufren” y permaneció en silencio orante junto a los miles de fieles reunidos en la plaza San Pedro para el rezo del Ángelus.
No nos acostumbremos a la guerra y a la violenciaAdemás, el Papa pidió “por favor, ¡no nos acostumbremos a la guerra y a la violencia! No nos cansemos de acoger con generosidad, como se está haciendo: no solo ahora, en la emergencia, sino también en las semanas y meses venideros”.
De este modo, el Santo Padre advirtió que “al principio todos nos esforzamos por ser acogedores, pero luego la costumbre nos enfría un poco el corazón y nos olvidamos”.
“Pensemos en esas mujeres, en esos niños que, con el tiempo, sin trabajo, separados de sus maridos, serán buscados por los ‘buitres’ de la sociedad. Protejámoslos, por favor”, alentó el Papa.
Visita a niños heridos hospitalizados en RomaEn este sentido, el Papa relató su visita sorpresa al hospital pediátrico Bambino Gesù de Roma para “ver a los niños heridos” por la guerra en Ucrania que fueron trasladados a la capital italiana.
“A uno le falta un brazo, el otro tiene una lesión en la cabeza... Niños inocentes. Pienso en los millones de refugiados ucranianos que tienen que huir, dejándolo todo atrás, y siento una gran pena por aquellos que ni siquiera tienen la oportunidad de escapar. Tantos abuelos, enfermos y pobres, separados de sus familias, tantos niños y personas frágiles se dejan morir bajo las bombas, sin poder recibir ayuda y sin encontrar seguridad ni siquiera en los refugios antiaéreos”, señaló el Papa.
Agradece a testigos del Evangelio de la caridadAsimismo, el Santo Padre dijo que le consuela saber que a la gente que se quedó “bajo las bombas no le falta la cercanía de los pastores, que en estos días trágicos están viviendo el Evangelio de la caridad y la fraternidad”.
“En los últimos días he escuchado a algunos de ellos por teléfono, lo cerca que están del pueblo de Dios. Gracias, queridos hermanos y hermanas, por este testimonio y por el apoyo concreto que ofrecen valientemente a tantas personas desesperadas”, dijo el Papa.
Finalmente, el Pontífice subrayó que el recién nombrado Nuncio Apostólico, Mons. Visvaldas Kulbokas, “ha permanecido en Kiev desde el comienzo de la guerra junto a sus colaboradores y que con su presencia me acerca cada día al pueblo ucraniano martirizado”.
“Estemos cerca de este pueblo, abracémoslo con afecto y con un compromiso concreto y una oración”, exhortó el Papa Francisco.
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