Redacción Central, 28 Mar. 22 (ACI Prensa).- Con una Misa solemne el 31 de marzo se realizará la lectura de la Constitución de la nueva Diócesis de Daule (Ecuador), la cual hasta hace poco iba a ser dirigida por Mons. Giovanni Battista Piccioli, pero este renunció al cargo indicando tener problemas de salud.
Así, la toma de posesión de la nueva diócesis será de parte del Arzobispo de Guayaquil, Mons. Luis Gerardo Cabrera, Herrera, quien fue nombrado administrador apostólico por el Papa Francisco el 27 de marzo.
La Misa la celebrará Mons. Cabrera a las 11:00 a.m. en la Catedral Señor de los Milagros, en la provincia ecuatoriana de Guayas. La Eucaristía será concelebrada por Mons. Andrés Carrascosa Coso, Nuncio Apostólico en el Ecuador; los obispos del país y los sacerdotes de las 26 parroquias y los dos santuarios del territorio de Daule.
El hoy Obispo Emérito de Daule, Mons. Piccioli, de 64 años, explicó en una carta del 20 de marzo que renunció al cargo antes de tomar posesión canónica “por razones de salud” y “por todo lo que implica el desempeño y las tareas requeridas de esta nueva Diócesis”.
“También, ante esta decisión, preveo el no entorpecer el buen funcionamiento de su labor en sus primeros pasos y considero que será beneficioso para ambas partes mi resolución”, dijo.
El Papa Francisco erigió la nueva Diócesis de Daule el 2 de febrero de este año, con territorio que hasta entonces correspondía a la Arquidiócesis de Guayaquil, y nombró como su primer obispo a Mons. Piccioli.
Sin embargo, el 17 de marzo la Oficina de Prensa de la Santa Sede informó que el Papa Francisco había aceptado la renuncia de Mons. Giovanni Battista Piccioli.
Los obispos están obligados a presentar su renuncia al Papa a los 75 años, según establece el canon 401 del Código de Derecho Canónico, la ley de la Iglesia. Si lo hacen antes, debe haber una razón grave que suele ser por motivos de salud.
Los 28 templos que conforman la actual diócesis pertenecían a la Vicaría Daule-Balzar, de la Arquidiócesis de Guayaquil.
La ciudad de Daule se destaca por su profunda religiosidad popular, manifestada en la devoción al Cristo Negro del Señor de los Milagros y a Santa Narcisa de Jesús Morán Martillo, nacida en esa tierra.
La Arquidiócesis de Guayaquil asegura que “esta ceremonia marca el inicio de la vida eclesial e institucional de esta porción de la Iglesia Católica en el Ecuador y trae consigo un cúmulo de esperanzas, pues se convierte en una oportunidad única de afianzar el caminar de nuestros pueblos hacia un verdadero encuentro con Jesucristo, que les permita superar los grandes problemas sociales que hoy les afectan”.
0 comentarios:
Publicar un comentario