Washington DC, 29 Sep. 20 (ACI Prensa).- Tras la reciente nominación de Amy Coney Barrett para ocupar el puesto vacante en la Corte Suprema de Estados Unidos, los líderes de los partidos políticos del país están divididos respecto a la elección de la jueza católica y el proceso de nominación.
Los republicanos manifiestan que Barrett es una constitucionalista rigurosa y destacan su compromiso personal con la fe y la familia. Los demócratas argumentan que es una ideóloga judicial que busca molestar a la Corte en temas como la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio y el aborto.
Barrett, una madre católica de siete hijos, saltó a la fama durante su audiencia de nominación en 2017 para el Tribunal de Apelaciones del Séptimo Circuito. La senadora Dianne Feinstein, del Partido Demócrata, cuestionó a Coney Barrett por sus valores personales y su fe, diciendo que “cuando se lee sus discursos, la conclusión que uno obtiene es que el dogma vive fuertemente dentro de usted. Y eso es de preocupar”.
El domingo, durante una llamada de la prensa, los funcionarios de campaña del presidente Donald Trump señalaron el episodio de 2017 como evidencia de lo que vendrá en el proceso de nominación. Justin Clark, subdirector de campaña de Trump, dijo que el carácter y las calificaciones de Barrett para servir como jueza son “irreprochables”.
Clark dijo que la fe católica de Barrett podría enfrentar “intolerancia religiosa” en las próximas semanas.
“Lo que está en juego en esta nominación no podría ser más alto, porque nuestra fe como católicos está siendo atacada actualmente, y va a aumentar y empeorar”, dijo.
Clark comentó que el candidato del Partido Demócrata, Joe Biden, que es un católico bautizado, ha estado “silencioso” sobre los ataques a la fe de Barrett.
“Al igual que guardó silencio cuando su administración persiguió a las Hermanitas de los Pobres, o cuando su propia candidata a la vicepresidencia, Kamala Harris, descalificó a alguien por su membresía en Caballeros de Colón”, dijo Clark.
Mientras tanto, muchos demócratas señalaron que los argumentos para un caso de la Corte Suprema que busca revocar la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio –la ley de atención médica característica del ex presidente Barack Obama–, están programados para el 10 de noviembre, una semana después de las elecciones del 3 de noviembre.
Según The Washington Post , en tres años presidiendo el Tribunal de Apelaciones del Séptimo Circuito, Barrett no ha considerado ningún caso que tratara directamente con la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio.
Sin embargo, antes de su nominación para su puesto actual, Barrett escribió un ensayo en el que argumentó que el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, quien escribió la opinión mayoritaria la primera vez que el tribunal superior ratificó la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, empujó dicha ley “más allá de su significado plausible para salvar el estatuto”.
En un tuit, Biden llamó a Barrett “una jurista con un historial escrito de estar en desacuerdo con la decisión de la Corte de respetar la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio”.
“Vote como si su atención médica estuviera en la votación, porque lo está”, agregó el exvicepresidente.
En declaraciones transmitidas en vivo el domingo, Biden agregó que si se confirma a Barrett, las mujeres “podrían perder sus derechos fundamentales consagrados en Roe vs.Wade”, el caso de la Corte Suprema que legalizó el aborto en todo el país, y que Biden se ha comprometido a consagrar en la ley federal de ser elegido.
Desde que Barrett fue anunciada como la nominada el 26 de septiembre, los republicanos del Senado han elogiado sus calificaciones, que incluyen trabajar como secretaria del difunto juez de la Corte Suprema, Antonin Scalia, y trabajar como profesora en la Facultad de Derecho de Notre Dame antes de convertirse en juez federal.
En un comunicado, el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell dijo que Trump “no podría haber tomado una mejor decisión”.
“La jueza Amy Coney Barrett es una jurista excepcionalmente impresionante y una nominada sumamente bien calificada para la Corte Suprema de los Estados Unidos”, dijo McConnell.
El presidente del Comité Judicial del Senado, Lindsey Graham, dijo en un tweet que Barrett “está altamente calificada en todas las áreas que importan: carácter, integridad, intelecto y disposición judicial”. Graham también anunció que la audiencia de confirmación del Senado de Barrett comenzará el 12 de octubre.
Los demócratas del Senado, incluida la candidata a vicepresidente del partido, Kamala Harris, hicieron eco del señalamiento de Biden sobre Barrett: el de una enemiga de la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio.
En un tuit , Harris, quien también es miembro del Comité Judicial del Senado, dijo: “Desde el primer día, Trump dejó en claro que tenía una prueba de fuego para los jueces de la Corte Suprema: destruir las protecciones de la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio para las personas con condiciones preexistentes y anular nuestro derecho a tomar nuestras propias decisiones de atención médica”.
“No podemos permitir que eso suceda, me opongo firmemente a esta nominación”, agregó Harris.
El líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, dijo en un tweet : “No se equivoquen: un voto por la jueza Amy Coney Barrett es un voto para eliminar la atención médica para millones de estadounidenses y poner fin a las protecciones para los estadounidenses con condiciones preexistentes en medio de la pandemia de COVID-19”.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.
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