, 25 Sep. 20 (ACI Prensa).- En su discurso este viernes a los miembros del Círculo de San Pedro, el Papa Francisco alentó la caridad y la solidaridad en tiempos del coronavirus, considerando que las repercusiones de la pandemia “serán terribles”.
El Círculo de San Pedro es una organización que se encarga de sostener y asistir a los grupos sociales más vulnerables a través de diversos proyectos en Roma y en otros lugares.
“La pandemia, con la necesidad de un distanciamiento interpersonal, los ha llamado a repensar las modalidades concretas de las obras de caridad que habitualmente realizan en favor de los pobres de Roma”, dijo el Papa.
“A las necesidades de las personas a las que servís habitualmente se ha añadido la necesidad de responder a las necesidades urgentes de tantas familias, que se han encontrado de la noche a la mañana en apuros económicos. Y no hay que asustarse: habrá cada vez más porque las repercusiones de la pandemia serán terribles”, destacó.
El Papa Francisco explicó también que “a una situación excepcional no se puede dar una respuesta habitual, sino que se requiere una respuesta nueva y diferente. Para ello es necesario tener un corazón que sepa ‘ver’ las heridas de la sociedad y manos creativas en la caridad activa. Un corazón que vea y unas manos que hagan. Estos dos elementos son importantes para que una acción caritativa siempre sea fecunda”.
“En primer lugar, es urgente identificar, en la ciudad que se está transformando rápidamente, las nuevas formas de pobreza. La pobreza, habitualmente, es pudorosa, tiene pudor: hace falta ir a descubrir dónde está”.
El Papa resaltó luego que “las nuevas formas de pobreza, ustedes bien lo saben, son tantas: pobreza material, pobreza humana, pobreza social. Está en nosotros verlas con los ojos del corazón. Hay que saber mirar las heridas humanas con el corazón para ‘preocuparse de todo corazón’ por la vida del otro”.
“Así ya no es solo un extraño necesitado de ayuda, sino, antes que nada, un hermano, un hermano que pide amor. Y solo cuando nos preocupamos de todo corazón por alguien podemos responder a esta expectativa. Es la experiencia de la misericordia”.
El Pontífice indicó asimismo que “un lugar privilegiado para experimentarlo es el sacramento de la Reconciliación. Cuando presentamos nuestras miserias al Señor, nos envuelve la misericordia del Padre. Y es esta misericordia la que estamos llamados a vivir y a dar. Siempre Dios, nosotros y los demás”.
“Los animo a continuar con empeño y alegría vuestras obras de caridad, siempre atentos y dispuestos a responder con valentía a las necesidades de los pobres. No se cansen de pedir esta gracia al Espíritu Santo en la oración personal y comunitaria”.
El Papa Francisco agradeció al Círculo de San Pedro por su labor que es “una expresión concreta de la caridad del Papa que se preocupa por la pobreza de Roma. De los pobres y de las pobrezas. Les agradezco el Óbolo de San Pedro que recogen todos los años en las iglesias de la ciudad y que hoy me ofrecen”.
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