En su saludo a los fieles de lengua española presentes en la Plaza de San Pedro, el Pontífice animó a vivir intensamente la Semana Santa y les hizo un especial pedido.
“Les quiero pedir una cosa: que cada uno de ustedes, así como hacen tanto barullo lindo, tengan el coraje de ir a confesarse en estos días. Hagan una buena confesión”, exhortó el Santo Padre en el saludo que suele realizar al final de cada catequesis.
Previamente, antes de concluir la catequesis, se dirigió a los jóvenes, los ancianos, los enfermos y los recién casados, para animarlos a “no cansarse de pedir el perdón de Dios en la confesión”.
“En vuestros sufrimientos uníos aún más a los de la cruz de Cristo, compitiendo en el perdón y la ayuda mutua”, animó.
En su reflexión, Francisco recordó que “el cristiano, lo repito, es pecador –todos lo somos, yo lo soy– pero tenemos la seguridad de que cuando pedimos perdón el Señor nos perdona”.
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