Liverpool, 27 Mar. 18 (ACI Prensa).- Los padres de Alfie Evans, el niño de 22 meses con una condición neurológica degenerativa, llevaron su lucha ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo (TEDHE) luego de quedarse sin opciones legales en Inglaterra.
El 6 de marzo tres jueces la Corte de Apelación de Inglaterra negaron el recurso de amparo presentado por sus padres Tom Evans y Kate James, luego de que apelaran la decisión de la Corte Suprema que permite al Alder Hey Children's Hospital, de Liverpool, desconectar el soporte vital del pequeño.
En esta ocasión, los padres de Alfie solicitaron al tribunal europeo que se detenga el retiro del tratamiento como una “medida provisional”.
Ante el pedido, un portavoz del Tribunal de Estrasburgo dijo que los jueces están considerando la solicitud y cuestiones relacionadas al caso. Sin embargo, aún no se ha tomado una decisión.
El 23 de marzo algunos medios afirmaron, mostrando una fotografía del niño con los ojos abiertos, que el hospital estaba a punto de retirarle la ventilación; sin embargo, se trataba de una reducción en la medicación.
“Alfie tuvo un par de días buenos. Este es Alfie hoy día, tiene un aspecto descansado. Después de tener un ataque está luchando para mantenerse despierto, pero las drogas todavía están en su sistema”, dijo Tom Evans el 26 de marzo a través de sus redes sociales.
Asimismo, el padre del niño afirmó que “Alfie no se está muriendo” y que “está lejos de eso”, debido a que “todavía tiene función del tronco cerebral y muchas opciones para tomar”.
“Nadie entiende por qué no le hicieron y no le harán una traqueostomía. Aparte de eso, él está luchando, es estable y no tiene ninguna infección”, añadió.
Si bien los doctores describieron la condición del niño como intratable, sus padres también solicitaron la transferencia de su hijo al Hospital Pediátrico Bambino Gesú, en Roma, más conocido como el Hospital del Papa, para su diagnóstico y posible tratamiento.
El caso de Evans se asemeja al de Charlie Gard, un niño inglés con una enfermedad terminal que murió en julio de 2017 luego que se le retirara el soporte vital, también contra la voluntad de sus padres.
Gard tenía 11 meses y estuvo al centro de un debate legal que duró varios meses. Los médicos del Hospital Great Ormond Street, que trataron a Gard, también acudieron a la Corte para quitarle el soporte vital.
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