VATICANO, 26 Jun. 19 (ACI Prensa).- En la última audiencia general del Papa Francisco antes de la pausa de verano, el Santo Padre describió el paradigma de toda comunidad cristiana basándose en la descripción de San Lucas en el libro de los Hechos de los Apóstoles.
El Papa Francisco no realizará durante todo el mes de julio las audiencias generales de los miércoles, por la habitual pausa de vacaciones de verano, pero si dirigirá el rezo del Angelus desde la ventana del palacio apostólico del Vaticano los domingos de este mes, según confirmó a ACI Prensa la Prefectura de la Casa Pontificia.
En su catequesis pronunciada en la Plaza de San Pedro ante numerosos fieles católicos de diferentes partes del mundo, el Pontífice recordó que los primeros cristianos “perseveraban en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, hacían memoria del Señor a través de la fracción del pan, es decir, de la Eucaristía, y dialogaban con Dios en la oración”.
“Los creyentes vivían todos unidos, conscientes del vínculo que los une entre sí como hermanos en Cristo, sintiéndose especialmente llamados a compartir con todos los bienes espirituales y materiales, según la necesidad de cada uno”, destacó el Papa este 26 de junio en un caluroso día del verano en Roma.
Por ello, el Santo Padre animó a compartir “la Palabra de Dios y también el pan” porque de este modo, “la Iglesia se convierte en fermento de un mundo nuevo, en el que florece la justicia, la solidaridad y la compasión”.
No al egoísmoTambién, el Papa Francisco aseguró que “no hay espacio para el egoísmo en el corazón cristiano” y añadió que “a diferencia de la sociedad humana, donde se tiende a buscar los propios intereses a toda costa, o incluso, en detrimento de otros, la comunidad de creyentes destierra el individualismo para fomentar el compartir y la solidaridad”.
En este sentido, el Papa Francisco describió cómo era la vida de los primeros cristianos explicada en el capítulo 2 del libro de los Hechos de los Apóstoles en donde se explica que “los discípulos acudían a diario al templo, partían el pan en las casas y alababan a Dios”, por lo que el Papa alentó a hacer lo mismo.
“En efecto, la liturgia no es un aspecto más de la Iglesia, sino la expresión de su esencia, el lugar donde nos encontramos con el Resucitado y experimentamos su amor”, afirmó el Papa.
Asimismo, Francisco añadió que San Lucas señala en la Biblia que “día tras día el Señor iba agregando a los que se iban salvando: la perseverancia de los creyentes en la alianza con Dios y con los hermanos se convierte así en una fuente de atracción que fascina y conquista a los demás”.
Mensaje del Papa improvisadoAdemás, el Papa dirigió un especial mensaje al pueblo mexicano durante sus tradicionales saludos a los fieles de diversos países presentes en la Plaza de San Pedro.
Después de pronunciar su catequesis en italiano, el Santo Padre dejó de leer el texto previsto y dijo en español: “Yo quiero felicitar a los mexicanos porque son tan acogedores, tan acogedores con los migrantes. Que Dios se los pague”, expresó.
Por último, el Papa Francisco alentó a rezar “al Espíritu Santo para que nuestras comunidades sean acogedoras y solidarias, viviendo la liturgia como encuentro con Dios y con los hermanos” y animó a vivir la unidad entre los bautizados.
“La gracia bautismal revela el íntimo vínculo entre los hermanos en Cristo que están llamados a compartir, a identificarse con los demás y a dar ‘según la necesidad de cada uno’. Una forma de escuchar el clamor de los pobres, algo que agrada mucho a Dios, y de devolverle lo que le corresponde”, alentó el Papa.
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