, 27 Jun. 19 (ACI Prensa).- Mediante un comunicado público, Cáritas Venezuela se dirigió a la alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, sobre la situación de urgencia y vulnerabilidad de los derechos humanos que se vive en el país.
Bachelet visitó el país del 19 al 21 de junio. En marco de este evento, Cáritas Venezuela emitió “un clamor que ya excede el llamado de socorro que hemos pedido durante varios años y de la voz de nuestra gente, vulnerada y disminuida en su dignidad”, donde detalló diversos desafíos humanitarios de carácter urgente a los que se enfrenta.
El retraso en el crecimiento infantil a causa de la desnutrición crónica es el primer desafío referido en la carta. “Después de evaluar a más de 30 mil niños en estos últimos 3 años, Cáritas puede hablar con pesar de todos estos niños pequeños que están entrando a su edad escolar con retardo de su crecimiento físico y el rezago cognitivo, afectivo y social que eso significa para ellos y para el capital humano con el que nos tocará en los años venideros restaurar nuestra nación”, expresaron. Asimismo, afirmaron que más de un tercio de los niños que atienden se encuentran en esa situación.
En ese sentido, comentaron que se incluyeron cuatro anexos con datos actuales sobre el “alcance de los daños ocasionados por desnutrición aguda, retraso en el crecimiento infantil, supervivencia familiar y acceso a los alimentos básicos”.
Como segundo punto, recordaron el “éxodo” masivo de venezolanos y “la fisura extensa e irreparable que está dejando en nuestro tejido la emigración”. “Uno de cada 13 venezolanos se ha ido ya, buscando un lugar donde la vida sea posible”, dijeron.
Del mismo modo, denunciaron que se está perdiendo “el alma del pueblo”. “Se nos están yendo madres, padres, maestros, médicos, investigadores, hermanos, personal humanitario, nuestros ancianos. Estamos perdiendo capacidades, cuidado, memoria y todos los vínculos sociales y afectivos que sostienen la institución familiar”, lamentaron.
El tercer aspecto denuncia el trabajo precario, la trata de personas y la prostitución, nuevas formas de esclavitud que atacan la integridad física, espiritual y moral de los venezolanos.
“Son miles los venezolanos a los que se les agotaron los medios y están transando su vida con lo único que les queda, su propia integridad”, alertaron. Además, manifestaron que la gravedad de la situación ha provocado “tasas sin precedente de suicidios, de prostitución y de hermanos atrapados en redes de trata de personas, en el tráfico ilegal, en trabajos forzados, en situación de esclavitud”.
Asimismo, indicaron que más de la mitad de las aulas en escuelas y universidades se encuentran vacías, debido a que la crisis del sistema educativo “está desmantelando el futuro del país”.
Señalaron que la violencia como forma de intercambio social es otro punto a tratar, el cual afecta a toda la sociedad y a las familias. “Nos compromete, especialmente, la violencia alimentaria, porque la hemos seguido y registrado. Esta no es solo la violencia con la que han destruido nuestra agricultura, o la de la escasez y la corrupción. Es también la violencia alimentaria simbólica con la que nos han quitado la memoria, la tradición, el derecho a comer por preferencia y la comensalía como espacio sagrado de creación y vínculo social”, aseveraron.
Cáritas Venezuela también mostró su preocupación por el aumento de la precariedad social y “la pérdida del Estado de Derecho como recurso, como referencia y valor”.
“No hay a quien acudir, es el sentimiento de orfandad de las víctimas de la violencia del Estado. Esta pérdida afecta nuestra cultura de derechos y nuestra civilidad al erosionar el respeto por la institucionalidad, por el orden, por la justicia y la verdad”, dice el comunicado.
Otro aspecto considerado fue la depredación del medio ambiente debido al extractivismo de la riqueza mineral y sobre todo humana, la cual ha traído como consecuencia que las poblaciones indígenas sean “diezmadas por las epidemias y por una cultura de explotación asociada a la minería ilegal están acabando con una selva que es de toda América”.
“¿Ante toda esta destitución, qué nos quedará para restaurarnos a nosotros mismos?”, se cuestionó Cáritas Venezuela, que exhortó a detener esta situación “para poder reparar las profundas heridas causadas durante tantos años”.
Por ello, la Iglesia Católica y Cáritas Venezuela han solicitado a Michelle Bachellet que en el siguiente informe “se continúe reflejando la grave situación de derechos humanos que se vive en Venezuela”.
Además, que exija al Gobierno abrir una oficina de derechos humanos de la ONU que monitoree “el cumplimiento de las recomendaciones para restituir los derechos vulnerados”. Del mismo modo, que mediante su intervención se restituyan “los derechos electorales, políticos y económicos de los venezolanos”, y de esta manera se pueda vivir con “libertad, dignidad y progreso”.
También pidieron “el desmonte del FAES y de los grupos irregulares que actúan como cuerpos de control, coacción y violencia contra los ciudadanos”.
Cáritas Venezuela ha solicitado que las organizaciones de la sociedad civil sean reconocidas “como actores importantes en la actuación frente a la crisis humanitaria”, y que el Gobierno les brinde las facilidades para su operación y logística.
Asimismo, que “se flexibilice para las ONG los requerimientos para recibir donaciones, con miras al escalamiento de la asistencia humanitaria en acción coordinada con el Plan de asistencia de Naciones Unidas”.
La Iglesia Católica y Cáritas afirmaron que esperan resultados favorables de la visita de Bachelet “y que su compromiso abone los caminos de la diplomacia y la coordinación hacia una articulación solidaria y fraterna que fortalezca las capacidades”.
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