ROMA, 23 Jul. 18 (ACI Prensa).- En un hecho que aún no ha sido aclarado, un sacerdote murió en Camerún durante un enfrentamiento entre militares y un grupo de separatistas el pasado 20 de julio.
Según informó la agencia vaticana Fides, el P. Alexandre Sob Nougi era párroco de la parroquia Sagrado Corazón y secretario para la educación católica en la Diócesis de Buea, ubicada en la región de habla inglesa en el suroeste del país.
La muerte del presbítero ocurrió en la carretera entre Buea y Muyuka. El hecho aún no ha sido aclarado, pues algunas fuentes afirman que “fue alcanzado por una bala perdida durante un enfrentamiento entre soldados y separatistas”; pero otras señalan que “habría sido asesinado”.
Algunos medios locales señalaron que los soldados le dispararon intencionalmente mientras el P. Sob Nougi buscaba un objeto en su auto estacionado.
El 14 de julio también fue asesinado otro sacerdote en la ciudad de Batibo, en el nordeste de Camerún.
Fides explicó que desde el año 2016 en esa zona son cada vez más frecuentes los enfrentamientos entre los soldados y los grupos separatistas, quienes reclaman un estado independiente de habla inglesa.
En octubre de 2017 los separatistas presionaron al Estado para que se declare la independencia de las dos provincias de habla inglesa de Camerún y que estas formen la República de Ambazonia.
Las tensiones se remontan a la proclamación de la independencia de Camerún en 1960 cuando la población anglófona acusó a las autoridades francófonas de marginarlos, imponerles el idioma y las tradiciones francesas.
Desde entonces los ciudadanos anglófonos han reclamado por una mayor autonomía y un respeto a sus costumbres.
Según informó la ONU, los enfrentamientos han provocado el desplazamiento de 160 mil cameruneses anglófonos a otras regiones del país o al extranjero, especialmente a Nigeria. La violencia ha dejado cientos de muertos y heridos.
Ante esta situación, la Conferencia Episcopal de Camerún indicó en un comunicado publicado en mayo que el país atraviesa por una situación “marcada por una monstruosa violencia y la radicalización de las posiciones, algo que nos alarma mucho”.
“Detengamos cualquier forma de violencia y dejemos de matarnos los unos a los otros. Salvemos a nuestro país de una guerra civil infundada e inútil”, exhortaron.
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