, 20 Ago. 20 (ACI Prensa).- “Anteojos para ver al otro” es el nombre de la campaña presentada en el Día de la Solidaridad en Chile con el objetivo de alentar a esta actitud permanente y con un verdadero sentido cristiano a ejemplo de San Alberto Hurtado.
“Estos lentes diseñados por niños eliminan los prejuicios y miedos, permitiéndonos ver el verdadero significado de solidaridad: ver al otro, sin importar sus condiciones. Porque para cambiar el mundo, hay que ver el mundo del otro”, describe la página web www.anteojosparaveralotro.cl
La campaña nace desde la Fundación Padre Hurtado, el Hogar de Cristo, Infocap (Instituto de Formación y Capacitación), Fundación Vivienda, Universidad Alberto Hurtado, Techo, Servicio Jesuita de Migrantes y el Santuario Padre Hurtado.
Desde ese lugar y en una transmisión online, el capellán del Hogar de Cristo, P. José Yurasek; y el rector del santuario P. Jorge Muñoz; se colocaron unos anteojos verdes para invitar al país a responder al llamado de San Alberto Hurtado haciéndose responsable del sufrimiento de los demás y construyendo una nueva forma de relacionarse a través de la empatía.
Ambos sacerdotes animaron la tradicional Hora Santa, momento en que se recuerda la hora de fallecimiento del santo chileno, y luego junto a otros sacerdotes presidieron una Misa en la tumba del santo chileno.
El P. Muñoz manifestó que en Chile han surgido “signos muy potentes que señalan que la solidaridad debiera ser un tema permanente entre nosotros, no solamente durante el mes de agosto”.
“Tengo el temor que domestiquemos la solidaridad. Porque la caridad ni sustenta, ni sostiene un país. Sí lo hace la solidaridad que se convierte en compromiso concreto por la vida y por el bien del otro, es eso lo que tenemos que conseguir y es eso lo que debemos trabajar”, agregó.
En ese sentido, “la solidaridad no es el imperativo ético que surge de un ‘deber ser’, sino que es la fuerza que surge de haberse encontrado con Jesús y de encontrar a Jesús mismo en la persona que sufre”.
El P. Muñoz invitó a ponerse los “Anteojos para ver al otro”. “Tal vez nosotros podamos ponernos estos lentes que nos hagan mirar, no solamente con la vista de los niños (quienes los diseñaron), no solamente con la vista de Alberto Hurtado, sino con la vista de Jesús, para encontrarnos con el otro”.
En una nota de prensa, la Fundación Padre Hurtado alentó a buscar los “lentes para ver al otro” en los filtros de Instagram y realizar el desafío en las redes sociales, de compartir una experiencia solidaria etiquetando a más amigos.
Para el Mes de la Solidaridad también se diseñaron distintos stickers para WhatsApp con frases e iconos relacionados con San Alberto Hurtado y un juego digital para los jóvenes, que invita a vivir el sentido social desde la mirada del santo chileno.
En la misma línea de reflexión, el Arzobispo de La Serena, Mons. René Rebolledo, recordó que “el desafío de la solidaridad es permanente. Es el Señor quien nos llama a salir al encuentro de las necesidades de las hermanas y hermanos de camino”.
“En la fe reconocemos en ellos su presencia: Les aseguro que lo que han hecho a uno solo de éstos, mis hermanos menores, me lo hicieron a mí (v 40). Él nos de la fortaleza que necesitamos para no cansarnos en el servicio y en la entrega generosa a los demás”.
“San Alberto Hurtado interceda por nosotros y en su ejemplo nos ayude a servir y a compartir como él con los más necesitados”, sostuvo en su homilía.
Desde la Diócesis de Chillán, Mons. Sergio Perez de Arce, expresó que las distintas campañas de ayuda durante la pandemia del coronavirus “nos recuerda que la solidaridad parte por mirar al otro en su necesidad, por descubrir que es mi hermano, y que lo que él o ella vive no me es indiferente, me atañe, porque es ‘carne de mi propia carne’, porque él y yo somos miembros de esta única humanidad donde nadie se salva solo, sino caminando juntos”.
“Toda esta solidaridad que se ha expresado de múltiples formas no es suficiente si no llega a impregnar nuestras relaciones permanentes, nuestras estructuras sociales, nuestro desarrollo político”.
“En una sociedad que tiene todavía niveles tan grandes de pobreza y desigualdad, y que atraviesa hoy por una crisis social y sanitaria tan aguda, la solidaridad tiene que hacerse un valor perdurable y una práctica habitual, hasta convertirse en cultura: una cultura solidaria, en un país de hermanos”, precisó Mons. Pérez de Arce.
También, el Administrador Apostólico de Rancagua, Mons. Ignacio González recordó las “exigencias” de San Alberto Hurtado hacia quienes tienen recursos económicos para apoyar a los más pobres.
Durante la Misa, Mons. González dijo que “necesitamos tener lo suficiente para que nadie en estas diócesis (San Bernardo y Rancagua) tengan hambre de Dios y de alimentos. Necesitamos de una movilización general de personas, que dejen atrás sus ideologías y sus pensamientos políticos y económicos para ayudar”.
Junto con recordar la campaña solidaria “Cinco Panes y Dos Peces” para las personas que sufren las consecuencias económicas del coronavirus elevó su oración a San Alberto Hurtado Para que otorgue “su fortaleza y alegría sobrenatural para llevar a cabo esta tarea”, concluyó.
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