, 26 Ago. 20 (ACI Prensa).- El Obispo de Almería (España), Mons. Adolfo González Montes, recordó la importancia de la responsabilidad ante la pandemia de coronavirus, alentó a ser responsables para evitar los contagio y a pedir la protección de la Virgen María.
Con motivo de la fiesta de la Virgen del Mar, patrona de Almería, dijo que es la “luz maternal que refleja la poderosa luz de Cristo, sol de Justicia que nace de lo alto iluminando el mundo”.
LA VIRGEN DEL MAR EN LA CATEDRAL DE LA ENCARNACIÓN EN TIEMPOS DE PANDEMIA Y CRISIS SOCIAL https://t.co/zUxt0zXz8x
— Diócesis de Almería (@diocesisalmeria) August 25, 2020Este año esta festividad se celebró en medio de la pandemia de coronavirus, que tras numerosos rebrotes ha vuelto a cobrar fuerza en España.
Por eso Mons. González recordó que esta pandemia que “no cesa” está “alentada por conductas irresponsables de quienes creen poder vencer las leyes naturales. Después del confinamiento, la pandemia sigue propagándose y extendiendo esta enfermedad infecciosa, de la que nos hemos de defender cumpliendo las medidas sanitarias de seguridad que nos ayuden a protegernos”, aseguró.
Ante esta situación, el Prelado animó a postrarse ante la sagrada imagen de la Virgen de María y suplicarle su protección, “le pedimos ser librados de la infección y su maternal auxilio y compañía junto al lecho de los enfermos, confianza en su consuelo y solicitud”.
Antes del inicio de la pandemia se decidió que la imagen de la Virgen del Mar visitara la catedral de la Encarnación, con motivo del 500 aniversario de la creación de la Hermandad de la Virgen del Mar.
Esta visita se mantendrá según lo previsto y por eso el Obispo recordó que “la Catedral es un templo de grandes dimensiones y admite una presencia de fieles debidamente ordenada por la normativa de la pandemia que nos acosa”.
Y pidió a la Virgen “que nos proteja intercediendo ante su divino Hijo, para que podamos superar los rigores de una enfermedad infecciosa que ha venido a poner de manifiesto la debilidad que acosa nuestra humanidad. Una debilidad que al ser humano le cuesta aceptar, olvidando su doble condición de criatura y de pecador”.
“La Virgen María, Madre de Cristo y Madre de la Iglesia, que es su Cuerpo místico, nos ayuda a sostener nuestra esperanza, porque es María es la Madre de la esperanza y de la misericordia”, aseguró.
Puede leer la carta íntegra AQUÍ.
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