, 28 Oct. 21 (ACI Prensa).- Desde el viernes pasado, la Diócesis de Grand Falls (Canadá), solo permite el ingreso a Misa y a otros eventos parroquiales a las personas que demuestran estar vacunadas contra el COVID-19.
El 15 de octubre, el Obispo de Grand Falls, Mons. Robert Anthony Daniels, escribió una carta a los sacerdotes y líderes pastorales para comunicarles la nueva disposición que exige a los feligreses que deseen ir a Misa o hacer uso de las instalaciones parroquiales, presentar su “pasaporte de vacunación”.
“A partir del 22 de octubre de 2021, será obligatorio que todas las personas mayores de 12 años que deseen asistir a Misas o servicios en nuestras iglesias, demuestren una evidencia de vacunación a través del pasaporte de vacunación ‘NLVaxPass’, o muestren una prueba de que están vacunados presentando su código QR antes de ingresar a nuestras iglesias”, señala el texto.
La Diócesis de Grand Falls está ubicada en la provincia de Terranova y Labrador. Su territorio es aproximadamente la mitad de la isla de Terranova. La disposición fue emitida luego de que en la provincia se promulgó, el 22 de octubre, un sistema de identificación de vacunados llamado “pasaporte de vacunación”, y que es exigido para ingresar a los “negocios no esenciales”.
Según la disposición, los residentes que deseen ingresar a “negocios no esenciales” deben descargar una aplicación en su celular que muestra su estado de vacunación.
Entre los “negocios no esenciales” están los centros de culto religioso, los estudios de yoga, los salones de belleza, las boleras, las recepciones de bodas, los restaurantes interiores, las salas de bingo, los bares y las arenas de hockey.
En la carta, el Prelado señaló que los que deseen asistir a Misa en la diócesis deben descargar la aplicación “NLVaxPass” y obtener su pasaporte de vacunación digital, o hacer una copia impresa de su código QR de vacunación para mostrárselo a los encargados de protocolo parroquiales, antes de que puedan ingresar a la iglesia.
Los encargados de protocolo, asistentes u otros voluntarios parroquiales que deseen ingresar a sus parroquias deberán utilizar una aplicación diferente llamada “NLVaxVerify”, que está orientada a organizaciones y sirve para verificar el estado de vacunación de sus miembros.
Una vez que se verifica el estado de vacunación, la persona tendrá que mostrar su documento de identidad antes de ingresar a Misa para que se corrobore su información personal. En el caso de las personas de 19 años o mayores, su identificación debe incluir una fotografía.
En el caso de los niños que hayan cumplido recientemente 12 años, se les dará un “período de gracia” de tres meses para recibir una vacuna contra el COVID-19. Luego de este tiempo, también estarán sujetos al sistema de pasaporte de vacunas para ingresar a las iglesias.
Mons. Daniels precisó que “el nombre en [el documento de] identificación debe coincidir con el nombre en el código QR del registro de vacunación contra el COVID-19, u otra forma de prueba de vacunación”. Si los nombres y los cumpleaños no coinciden, los miembros de protocolo de las parroquias deben solicitar un carnet de identificación adicional.
El Prelado señaló en la carta que había pedido al Ministerio de Salud y Servicios Comunitarios de la provincia “que verifique si este paso será necesario”. Además, indicó que en los casos que “será una carga para los asistentes proporcionar pruebas”, las iglesias pueden permitir la entrada de los fieles a eventos parroquiales como funerales y bodas “por razones pastorales”, pero con restricciones.
A pesar de la implementación del pasaporte de vacunación, la capacidad en las Misas en la diócesis todavía está limitada al 50%, los cantos están prohibidos, y el clero y los feligreses siempre deben usar mascarillas. Además, se pide distanciamiento físico y todos los que ingresan a la iglesia deben proporcionar su información personal para el rastreo de posibles contactos.
Estas restricciones se levantarán “para aquellas parroquias o iglesias que cumplan con el Mandato del Pasaporte de Vacunas”, dijo Mons. Daniels, y explicó que el Ministerio de Salud “nos ha asegurado que seremos notificados de manera oportuna para efectuar esos cambios en nuestras parroquias”.
Además, recomendó a las oficinas parroquiales que para acelerar el proceso de verificación del estado de vacunación de los fieles antes de la Misa, pueden mantener un registro de los vacunados. Sin embargo, esto solo se puede hacer con el consentimiento de cada persona.
“Todo esto es nuevo para nosotros; habrá una curva de aprendizaje y habrá fallas”, dijo el Prelado. “Se pondrá a prueba nuestra paciencia y la paciencia de nuestros feligreses. Pero no podemos dejar que la pandemia gane”, agregó. “Nuestra gente necesita acceso a la vida sacramental de la Iglesia especialmente ahora. Juntos podemos hacer que esto funcione”, concluyó.
Por su parte, los otros dos territorios eclesiásticos de la provincia adoptaron otros enfoques para implementar el sistema de “pasaporte de vacunación”. La Arquidiócesis de St. John en Terranova, la jurisdicción católica de habla inglesa más antigua de América del Norte, no ha publicado declaraciones públicas sobre el pasaporte de vacunación.
Mientras que la Diócesis de Corner Brook y Labrador dispuso que desde el 22 de octubre se verifique el estado de vacunación en “todas las reuniones no religiosas” realizadas “en la propiedad de la Iglesia”, indicó su obispo, Mons. Bart van Roijen, en una carta del 19 de octubre.
Precisó que “esto incluye cualquier evento en el que las instalaciones parroquiales sean alquiladas o utilizadas por grupos de terceros”.
“Es responsabilidad de la parroquia asegurarse de que todos los grupos que utilizan sus instalaciones cumplan con la ordenanza” del Ministerio de Salud, y “esto incluye la verificación de la identificación personal de la persona”, dijo. Además, recordó que se seguirá requiriendo el uso de mascarillas y el distanciamiento físico.
Finalmente, Mons. Bart agradeció “a los sacerdotes, ministros y empleados por su cooperación para mantener nuestras parroquias a salvo de la propagación del virus”, a través de los protocolos implementados.
Desde el inicio de la pandemia, Terranova y Labrador ha reportado 1.964 casos de infectados con COVID-19 y 15 fallecidos. Actualmente, solo hay una persona con COVID-19 en el hospital.
En septiembre, la Arquidiócesis de Moncton en New Brunswick dispuso que toda persona de 12 años o más que participe en reuniones en iglesias, rectorías o centros comunitarios de la Arquidiócesis esté vacunada. Varios días después, dijo que no requeriría prueba de vacunación en Misas, bautizos y grupos de oración.
Traducido y adaptado por Cynthia Pérez. Publicado originalmente en CNA.
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