, 30 Oct. 20 (ACI Prensa).- Una niña internada en un hospital de Brasil a la espera de un trasplante de corazón, cumplió el sueño de recibir su Primera Comunión en la capilla del nosocomio.
Gabriela Romanoski de Andrade de 10 años, que vivía con su familia en Ponta Grossa, municipio ubicado en la capital del estado de Paraná, al sur de Brasil, fue ingresada en el hospital desde el 5 de octubre a causa de una miocardiopatía, enfermedad que provoca alteraciones en el músculo cardíaco e impide que el corazón funcione correctamente, parcial o totalmente.
Actualmente, la pequeña Gabriela permanece hospitalizada en el Hospital Pequeño Príncipe, ubicado en la ciudad de Curitiba, Paraná, pues está a la espera de un trasplante de corazón que aún no tiene fecha programada para realizarse.
La Misa en la que la pequeña Gabriela recibió la Primera Comunión se celebró el 25 de octubre, presidida por el Arzobispo de Curitiba, Mons. José Antonio Peruzzo. La niña también recibió el sacramento de la Confirmación, teniendo como padrino al Prelado.
Gabriela Romanoski en el Hospital Pequeño Príncipe. Crédito: Camila Hampf Mendes.
Toda la ceremonia fue una sorpresa preparada por el personal de salud del hospital. En las fotos del evento se observa que el ambiente hospitalario fue decorado con elementos apropiados para la celebración, que además contó con música en vivo.
Misa en el Hospital Pequeño Príncipe. Crédito: Camila Hampf Mendes.
Para la doctora Camila Camargo, este ejemplo demuestra que las áreas hospitalarias no necesariamente son sinónimo de experiencias negativas.
“Cuando la gente piensa en la UCI [Unidad de Cuidados Intensivos], piensa en el peor momento de la vida, que es la muerte. Creo que la UCI no es solo eso”, dijo la médico a medios de comunicación locales.
Camargo señaló que propiciar momentos especiales para los pacientes es parte de la vocación del personal de salud y tienen un impacto positivo en el tratamiento de la enfermedad.
“Podemos brindar, de la mejor manera posible, dentro de lo que podemos ofrecer, la mejor situación para el niño y para los padres. Hacer esto no es más que nuestra propia obligación, que es dar no solo salud, sino también amor”, concluyó.
Traducido y adaptado por Cynthia Pérez. Publicado originalmente en ACI Digital.
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