, 24 Ago. 20 (ACI Prensa).- Este 22 de agosto, fiesta de María Reina, el Arzobispo de San Francisco (Estados Unidos), Mons. Salvatore Cordileone, celebró junto a las Misioneras de la Caridad, 12 Misas simultáneas en la plaza de la Catedral de Santa María de la Asunción.
Mons. Cordileone está trabajando firmemente para llevar los sacramentos siguiendo las estrictas pautas elaboradas por una nueva directiva de salud, que ha establecido el límite de 12 personas por celebración religiosa.
Once sacerdotes ayudaron a concelebrar la Santa Misa, que fue dedicada especialmente al Inmaculado Corazón de María, por la fiesta de las Misioneras de la Caridad.
La congregación fundada por Santa Teresa de Calcuta celebra al Inmaculado Corazón de María siguiendo la fecha en que el Papa Pío XII instituyó por primera vez la fiesta, que actualmente tiene lugar el sábado siguiente al Segundo Domingo de Pentecostés.
Durante la homilía, el Arzobispo de San Francisco, Mons. Salvatore Cordileone, resaltó que la Madre Teresa tenía una devoción muy especial por el Corazón de la Madre de Dios, y que es de alegría de la comunidad honrar a dos madres en esta fecha importante.
El Prelado señaló que la santa depositó toda su confianza en el Inmaculado Corazón cuando recibió la inspiración para “fundar una comunidad dedicada a servir a los más pobres de los pobres”.
“Su director espiritual en ese momento, un sacerdote jesuita, escribió en su diario: Hoy 19 de agosto de 1949, la Madre María Teresa deja St. Mary para trabajar en los barrios bajos de Calcuta para los pobres. Para esta tarea tan difícil, deposita toda su confianza en el Inmaculado Corazón de María”, agregó.
Mons. Cordileone resaltó que hablar del corazón se refiere a lo más íntimo de una persona, y la devoción al Corazón de María nos muestra el centro y la fuente de la vida interior, mente, voluntad y amor de la Madre de Dios.
Además, recordó que María en todo momento guardó en su corazón las cosas que sucedían a su alrededor, y confió en que las promesas hechas por Dios se cumplirían.
“Esto es lo que le dio a la Madre Teresa, la confianza para asumir una ambición tan descabellada, al menos descabellada desde un punto de vista humano”, agregó.
El Prelado señaló que, en momentos actuales, donde “vemos tantas almas perdidas”, es necesario volver a la Virgen María y “profundizar en la oración en el silencio de nuestro corazón”.
Asimismo, resaltó que para vivir correctamente la consagración al Inmaculado Corazón de María es necesario obedecer a la Virgen, que pide a los fieles orar y adorar a Jesús y hacer penitencia. Así como el rezo constante del Rosario.
Finalmente, Mons. Cordileone subrayó que tener a las Misioneras de la Caridad en la arquidiócesis es una bendición de Dios y agradeció su trabajo en el servicio a los más pobres.
“Nos encontramos en una batalla espiritual en nuestro tiempo. La victoria final en esta batalla puede parecer abrumadora”, señaló. “Pero así fue para la Madre Teresa cuando comenzó a perseguir su misión de una comunidad dedicada a servir a los más pobres de los pobres. Pero lo hizo con plena confianza en el Inmaculado Corazón de María”, concluyó.
Misas en la Arquidiócesis de San Francisco
Para evitar el contagio de coronavirus y seguir las medidas del Departamento de Salud, la Arquidiócesis de San Francisco viene celebrando 12 Misas simultáneas al aire libre en la plaza frente a la Catedral.
Mons. Cordileone agradeció en un video a todas los fieles que asisten presencialmente a Misa y señaló que están haciendo lo posible para llevar los sacramentos a las personas de acuerdo a las normas de salud actuales.
“Estoy muy agradecido a todos los sacerdotes que nos ayudan a ofrecer estas Misas, para que las personas puedan adorar juntas a Dios”, agregó.
El Prelado animó a los fieles a seguir participando y pidió orar por el fin de la pandemia y para que pronto se puedan celebrar las Misas dentro de las iglesias.
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