VATICANO, 26 Oct. 19 (ACI Prensa).-
El Papa Francisco pronunció, este sábado 26 de octubre, en el Aula Sinodal del Vaticano, el discurso conclusivo del Sínodo de la Amazonía en el que destacó las cuatro dimensiones desarrolladas por los padres sinodales: la cultural, la ecológica, la social y la pastoral.
A continuación, el texto completo del discurso del Papa Francisco:
Primero de todo quiero agradecer a todos ustedes que han dado este testimonio de trabajo, de escucha, de búsqueda, de buscar poner en práctica este espíritu sinodal que estamos aprendiendo todavía a fijar y que todavía no atinamos a completarlo, pero estamos en el buen camino, estamos en un buen camino, y estamos entendiendo cada vez más qué es esto de caminar juntos, y estamos entendiendo qué significa discernir, qué significa escuchar, qué significa incorporar la rica tradición de la Iglesia a los momentos coyunturales.
Alguno piensa que la tradición es un museo de cosas viejas. A mí me gusta repetir aquello que Gustav Mahler decía: ‘La tradición es la salvaguarda del futuro y no la custodia de las cenizas’. Es como la raíz de la cual viene la savia que hace crecer el árbol para que de frutos. Tomar eso y hacerlo andar adelante como concebían los primeros padres lo que era la tradición. Recibir y caminar en un mismo sentido. Con esa triple dimensión tan linda de Vicente de (…) ya en el siglo IX. Gracias por todo esto.
Uno de los temas que se han votado, que tuvieron mayoría, tres temas tuvieron mayoría para el próximo sínodo, es el de la sinodalidad. Yo no sé si será elegido ese o no, todavía no me he decidido, estoy reflexionando y pensando. Pero ciertamente puedo decir que hemos caminado mucho y tenemos que caminar más en este camino de la sinodalidad. Muchas gracias a ustedes por esta compañía.
En la Exhortación Postsinodal que, no es obligatorio que el Papa lo haga, lo más probable…, no, perdón, lo más fácil sería: ‘Bueno, acá está el documento, vean ustedes’. De todas maneras, una palabra del Papa de lo que ha vivido en el Sínodo puede hacer bien. Yo quisiera hacerla antes de fin de año de tal manera que no pase mucho tiempo. Todo depende del tiempo que tenga para pensar.
Hablamos de cuatro dimensiones. La dimensión cultural, la hemos trabajado. Hablamos de inculturación, de valoración de la cultura, eso con una fuerza muy grande, y yo quedo contento con lo que se ha dicho al respecto, que está dentro de la tradición de la Iglesia. La inculturación…, ya Puebla había abierto esa puerta, por nombrar lo más cercano.
Segundo, la dimensión ecológica, que quiero acá rendir homenaje a uno de los pioneros de esta conciencia dentro de la Iglesia, que es el Patriarca Bartolomeo de Constantinopla. Fue de los primeros que abrieron camino para crear esta conciencia, y después de él tantos lo han seguido y con esa inquietud y cada vez con aceleración de progresión geométrica del equipo de París y siguiendo los demás encuentros, ahí nació la Laudato si’ como una inspiración en la que trabajó tanta gente, trabajó tanta gente: trabajaron teólogos, científicos, pastoralistas… Bueno, esta conciencia ecológica que va adelante y que hoy nos denuncia un camino de explotación compulsiva, de destrucción en la cual la Amazonia es uno de los puntos más importantes de esto. Es un símbolo, yo diría, de dimensión ecológica en la que se nos juega el futuro, ¿no es cierto?
En las manifestaciones hechas por los jóvenes, ya sea en el movimiento de Greta o de otros, los chicos salían con el cartel: ‘El futuro es nuestro’. Es decir, no decía ‘ustedes por nuestro futuro’. Es nuestro. Ya la conciencia del peligro ecológico que hay con eso, evidentemente no sólo en la Amazonía, el Congo es otro punto, otros sectores… En mi patria está en el Chaco, en la zona del Impenetrable, que es pequeña, pero también conocemos esto de alguna manera.
Junto con la dimensión ecológica está la dimensión social de la cual hablamos, que ya no es sólo que se explota salvajemente lo creado, la creación, sino las personas. Y en la Amazonia aparecen todo tipo de injusticias, destrucciones de personas, explotación de personas, a todo nivel, y destrucción de identidad cultural.
Me acuerdo que llegando a Puerto Maldonado…, creo que lo dije esto, no me acuerdo…, en el aeropuerto no más, un cartel donde la imagen de una chica muy linda, muy bonita: ‘Defendete o cuidate de la trata’. Era la advertencia al turista que llega. La trata escucha, la trata al más alto nivel de corrupción, de personas, a todo nivel. Y esto junto con la destrucción de la identidad cultural, que es otro de los fenómenos que ustedes han señalado muy bien en el documento. La identidad cultural cómo se destruye.
Y la cuarta dimensión, que es la que incluye todas y yo diría que es la principal, es la pastoral, la dimensión pastoral. El anuncio del Evangelio urge, urge. Pero que sea entendido, que sea asimilado, que sea comprendido por esas culturas. Y se habló de laicos, de sacerdotes, de diáconos permanentes, de religiosos y religiosas tienen que apuntar a ese punto, y se habló de lo que hacen y fortalecer eso.
Se habló de nuevos ministerios inspirados en el ministerio (…) de Pablo VI, de creatividad en esto. Creatividad en los nuevos ministerios y ver hasta dónde se puede llegar. Se habló de seminarios indígenas y con mucha fuerza. Yo agradezco la valentía que tuvo el Cardenal O’Malley para esto porque nos puso el dedo en la llaga en algo que es una verdadera injusticia social que no se les permite, de hecho, a los aborígenes el camino seminarístico y el camino del sacerdocio, ¿no? Creatividad en todo esto de los nuevos ministerios.
Asumo el pedido de rellamar a la comisión, o quizás abrirla con nuevos miembros para seguir estudiando cómo existía en la Iglesia primitiva el diaconado permanente. Ustedes saben que llegaron a un acuerdo entre todos que no era claro. Yo entregué eso a las religiosas, a la Unión General de Religiosas, que fue la que me pidió hacer la investigación, se lo entregué y ahora cada uno de los teólogos está con su línea buscando, investigando en eso. Yo voy a procurar rehacer esto con la Congregación para la Doctrina de la Fe y asumir nuevas personas en esta comisión y recojo el guante del ‘que seamos escuchadas’, recojo el guante.
Me parecieron algunas cosas que hay que reformar. La iglesia siempre tiene que ir reformándose. La formación sacerdotal en el país. Algunos países…, oír, decir…, en un grupo se dijo, acá se dijo una vez, que yo haya escuchado, que se notaba cierta falta de celo apostólico en el clero de la zona no amazónica respecto a la amazónica.
Con el Cardenal Filoni hemos tenido dificultades cuando una congregación religiosa dijo de encontrar sacerdotes de ese país que tomen el Vicariato. ‘Claro, yo no soy para eso’. Bueno, eso hay que reformarlo. La formación sacerdotal en el país que es universal y que hay una responsabilidad de hacerse cargo de todos los problemas de ese país geográfico, de esa Conferencia Episcopal. Pero reformar eso que no existe la falta de celo.
Lo mismo algunos, recuerdo dos, señalaron el tema que quizás no se vea la falta de celo tan fuerte, perdón, haya falta de celo…, fuerte o no, en jóvenes religiosos, como una cosa que hay que tener en cuenta. Los jóvenes religiosos tienen una vocación muy grande y hay que formarlos en el celo apostólico para ir a las fronteras.
Sería bueno que en el plan de formación de los religiosos existiera una experiencia de un año o más en regiones limítrofes. Lo mismo, y esto es una sugerencia que he recibido por escrito, pero la digo, que en el servicio diplomático de la Santa Sede, en el currículum del Servicio Diplomático, los jóvenes sacerdotes al menos pasen un año en tierra de misión, pero no haciendo el tirocinio en la nunciatura como se hace, y es muy útil, sino simplemente al servicio de un Obispo en un lugar de misión.
Eso será estudiado, pero también es una reforma… Y la redistribución del clero en el mismo país. Se dijo, refiriéndose a una situación, que hay una cantidad grande de sacerdotes de ese país en el primer mundo, léase Estados Unidos, Europa, etcétera, y no hay para mandar a la zona amazónica de ese país. Eso habrá que evaluarlo para estar de acuerdo los fidei donum interesados.
Es verdad que, a veces, eso me pasó a mí siendo Obispo en otra diócesis, ‘te viene uno que vos mandaste a estudiar y se enamoró del lugar, y quedó en el lugar con todo lo que ofrece el primer mundo y no te quiere volver a la diócesis’. Y claro, uno por salvar la vocación cede, pero en ese punto…, tener mucho cuidado y no favorecer…
Agradezco los verdaderos sacerdotes fidei donum que vienen a Europa de África, de Asia y de América, pero los que son fidei donum, que devuelven aquel fidei donum que hizo Europa para con ellos. Pero es un peligro los que vienen y se quedan. Voy a decir una cosa muy triste, un Obispo de Italia que tiene tres de estos que se quedaron y que no le van a celebrar una Misa a los pueblitos de la montaña si antes no les llega la oferta. Esto es histórico de acá, de ahora. Entonces, estemos alerta con eso y seamos valientes en hacer esas reformas de redistribución del clero en el mismo país.
Un punto aparte pastoral fue el de la mujer. Evidentemente la mujer, lo que se dice en el documento queda corto en lo que es la mujer…, en la transmisión de la fe, en conservar la cultura… Quisiera solamente subrayar esto: que todavía no nos hemos caído en la cuenta de lo que significa la mujer en la Iglesia. Y por ahí nos quedamos solamente en la parte funcional, que es importante, que tienen que estar en los consejos, todo lo que se dijo, eso sí. Pero el papel de la mujer en la Iglesia va mucho más allá de la funcionalidad, y eso es lo que hay que seguir trabajando.
Después se habló de reorganizaciones. Se hace al final del documento, y vi que, a algunos, por los votos, no les parecía, organismos de servicio siguiendo la REPAM. Hacer una especie…, no sé, que la REPAM tenga más consistencia, una especia de cara amazónica…, no sé, de progresar en la organización, progresar en las semi conferencias episcopales. O sea, hay Conferencia Episcopal del país, pero también hay una semi Conferencia Episcopal parcial de una zona. Eso se hace en todos lados. Acá en Italia está la Conferencia Episcopal Lombarda. Hay países que tiene Conferencias Episcopales sectoriales. Por qué no los países que tienen Amazonia, hacer pequeñas Conferencias Episcopales Amazónicas que pertenecen a la general, pero trabajan su trabajo. Ir organizando esa estructura tipo REPAM, tipo CELAM Amazónico. Ir abriendo.
Se habló de una reforma ritual, abrirse a los ritos, eso está dentro de las competencias de la Congregación para el Culto Divino y puede hacerlo siguiendo los criterios y eso sé que lo pueden hacer muy bien y hacer las propuestas necesarias que la inculturación pide, pero siempre jueguen al desborde, siempre más allá, ¿no es cierto? No sólo organización ritual, organización de otro tipo, no sé, lo que vaya inspirando el Señor.
De las 23 Iglesias con rito propio, que se mencionaron en el documento, que fueron saliendo al menos en el pre documento, creo que al menos 18 sino 19 son además Iglesias sui iuris, que empezaron de chiquito, ir armando tradiciones hasta donde el Señor nos lleve, no tenerles miedo a las organizaciones que custodian una vida especial, siempre con ayuda de la Santa Madre Iglesia, madre de todos, que nos va guiando en este camino para no separarnos. No les tengan miedo.
Respecto a la organización de la Curia Romana, una contribución, me parece que hay que hacerlo, y yo hablaré ya cómo hacerlo con el Cardenal Turkson, habría una sección amazónica dentro del Dicasterio de la Promoción del Desarrollo Humano Integral, de tal manera que, como no tienen trabajo, les voy a…
Quiero, además de agradecerles a ustedes, que ya lo hice, agradecer a todos los que trabajaron fuera, sobre todo de esta sala. Bueno, a los secretarios que han ayudado a que…, a la secretaría escondida, a los medios, a los equipos de difusión, a los que prepararon los encuentros y las comunicaciones… A los grandes escondidos que hacen posible que una cosa vaya adelante.
La famosa reggia que nos ha ayudado tanto. A ellos un agradecimiento también. Incluyo a la presidencia de la Secretaría General en agradecimiento con todo.
Y un agradecimiento a los medios de comunicación, que yo pensé que iban a estar acá para escuchar la votación, como es pública la votación…, por lo que han hecho. Gracias por este asunto, por este favor que nos hacen al difundir al Sínodo.
Yo les pediría un favor, que en la difusión que hagan del documento final se detengan sobre todo en los diagnósticos, que es la parte pesada, que es la parte realmente donde el Sínodo se expresó mejor. El diagnóstico cultural, el diagnóstico social, el diagnóstico pastoral y el diagnóstico ecológico. Porque la sociedad tiene que hacerse cargo de esto.
El peligro puede ser que se entretengan, quizás, es un peligro, no digo que lo hagan, pero la sociedad lo pide a veces en…, a ver qué decidieron en esta cuestión disciplinar, qué decidieron en otra, ganó este partido, perdió este. En pequeñas cosas disciplinares, que tienen su trascendencia pero que no harían el bien que tiene que hacer este Sínodo: que la sociedad se haga cargo del diagnóstico que nosotros hemos realizado en las 4 dimensiones.
Yo les pediría a los medios que lo hagan. Siempre hay un grupo de cristianos elite que le gusta meterse como si fuera universal en este tipo de diagnóstico, pero pequeñitos, o en este tipo de resoluciones más disciplinares intereclesiásticas, no digo intereclesiales, intereclesiásticas, y hacer que el mundo ganó tal sección, ganó tal otra. No, ganamos todos con los diagnósticos que hicimos y hasta donde llegamos en las cuestiones pastorales e interclesiásticas, pero que no se encierren en eso.
Pensando hoy en estas élites católicas y cristianas a veces, pero sobre todo católicos que quieren ir a la cosita y se olvidan de lo grande, me acordé de una frase de Péguy y la fui a buscar, trato de traducirla bien, creo que nos puede ayudar cuando describe estos grupos que quieren la cosita y se olvidan de la cosa: ‘Porque no tienen el coraje de estar con el mundo, ellos se creen de estar con Dios. Porque no tienen el coraje de comprometerse en las opciones del hombre, en las opciones de vida del hombre, se creen de luchar por Dios. Porque no aman con ninguno, se creen de amar a Dios’.
A mí me iluminó mucho. No caer prisioneros de estos grupos selectivos que del Sínodo van a querer ver qué se decidió sobre este punto intereclesiástico y sobre este otro y van a negar el cuerpo del Sínodo que son los diagnósticos que hemos hecho en las cuatro dimensiones.
Gracias de corazón, perdónenme la petulancia y recen por mí.
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