Ciudad de Quesada, 24 Jul. 19 (ACI Prensa).- Recordando las palabras del Papa Francisco, el Obispo de Ciudad de Quesada (Costa Rica), Mons. José Manuel Garita, expresó que el deber de todo cristiano es dejar la indiferencia de lado y cuidar del prójimo, en este caso, de las personas que salen de su país de origen en busca de oportunidades o huyendo de la crisis.
“Son muchas las noticias que nos golpean sobre los millones de personas migrantes. Y en ocasiones, nuestra actitud en comentarios, nuestra presencia en redes sociales, o bien, la sola indiferencia, en nada contribuye a fomentar el clima de paz y respeto que merece todo ser humano”, aseveró Mons. Garita a través de su mensaje semanal “Fermento” publicado el 23 de julio.
De acuerdo con el Prelado, el Santo Padre afirma que no solo se trata de la situación que enfrentan los migrantes, sino “del presente y futuro de la familia humana”.
“En medio de lo que el Papa ha llamado también ‘la globalización de la indiferencia’ es nuestro deber cristiano cuidar de estas personas que salen de los países en que nacieron en busca de oportunidades, más aún, muchos de ellos, salen de sus países huyendo de guerras y situaciones precarias que impiden el desarrollo humano”, afirmó.
Asimismo, exhortó a dejar de lado las malas actitudes frente a las otras personas “que también son nuestros hermanos”.
El Papa envió este mensaje con motivo de la próxima Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado que se celebrará el 29 de setiembre de este año.
En su texto, Francisco afirmó que “las personas migrantes, refugiadas, desplazadas y las víctimas de la trata, se han convertido en emblema de la exclusión porque, además de soportar dificultades por su misma condición, con frecuencia son objeto de juicios negativos, puesto que se las considera responsables de los males sociales”.
Del mismo modo, el Obispo de Ciudad de Quesada comentó que un informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU), publicado en junio, señala que “más de 70 millones de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares debido a la violencia o la persecución”, siendo este un “nuevo récord histórico” a consecuencia de la crisis migratoria en el mundo.
“Este informe revela, por decirlo de alguna manera, tres niveles: los refugiados, que alcanza ya la cifra de casi 26 millones de personas; las personas que solicitan asilo, casi cuatro millones; y el mayor número es el de las personas que se desplazan internamente en su país y que supera los 41 millones de personas. Esta última cifra, crece a razón de 37 mil personas diariamente”, explicó.
El Prelado dijo que el Papa Francisco “nos llama a ver los signos de los tiempos en todas estas personas”, y que en Costa Rica hay personas que ven el país como una oportunidad para “vivir mejor, o en ocasiones, un país de paso, por el cual transitan hacia otros sueños u objetivos”.
“De frente a esta realidad, ¿cuáles son nuestras actitudes? ¿Somos reflejo de Cristo? ¿Miramos en el otro a nuestro hermano? ¿Acogemos al que viene de afuera?”, cuestionó Mons. Garita, quien además animó a meditar y pedir sabiduría y fuerza al Señor “para ayudar en nuestra sociedad a cambiar la mentalidad sobre nuestros hermanos migrantes”.
“Pidamos para que se construyan políticas de desarrollo humano e integral entre países, para solventar lo que es una verdadera crisis humanitaria”, dijo.
También destacó que el Pontífice nos recuerda que Jesús nos llama a la conversión a través de los migrantes. “El Señor nos llama a una conversión, a liberarnos de los exclusivismos, de la indiferencia y de la cultura del descarte. A través de ellos, el Señor nos invita a reapropiarnos de nuestra vida cristiana en su totalidad y a contribuir, cada uno según su propia vocación, a la construcción de un mundo que responda cada vez más al plan de Dios”, afirmó.
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