Santiago, 28 Jul. 19 (ACI Prensa).- Un enviado del Arzobispado de Santiago de Chile llegó a Tacna, ciudad del sur de Perú en la frontera con Chile, para acompañar y ver cómo pueden ayudar a los cerca de mil venezolanos que no pueden ingresar a su territorio por no contar con una visa de turismo.
El Arzobispado de Santiago informó el 26 de julio que el P. Lauro Bocchi, vicepresidente del Instituto de Católico de Migración (INCAMI), ya se encuentra en Tacna “para conocer en persona la situación” y buscar soluciones mientras los ciudadanos venezolanos esperan a ser atendidos en la sede diplomática para optar a una visa.
“Esta realidad moralmente nos involucra a todos. Los que están aquí tienen la esperanza de poder pasar a Chile y especialmente llegar a la capital, por lo tanto, es fundamental que como Iglesia de Santiago los acompañemos y estemos atentos a esta nueva realidad que el país vive”, dijo el P. Bocchi.
Desde el 22 de junio el Gobierno de Chile exige a los ciudadanos venezolanos que quieren entrar al país una visa de turismo. Por ello, cientos de familias se vieron obligadas a instalarse con carpas en las afueras de la sede diplomática mientras esperan una respuesta que les permita ingresar Chile.
La Iglesia en Chile sostiene que muchos migrantes pasan frío, hambre e indigencia desde hace más de un mes.
“Desde el 22 de junio cuando se implementó esta nueva visa, la emergencia fue creciendo y hoy tenemos aquí a más de mil personas que están buscando un sueño. No podemos dejar de ayudarlas, en este momento están necesitando de nuestra presencia y ayuda concreta”, aseguró el P. Bocchi.
Además, se refirió a la situación de incertidumbre que viven los ciudadanos venezolanos debido a la poca información que se les da por parte de las autoridades chilenas.
“Cada día parece que los criterios cambian, cada día hay una información distinta y eso causa un malestar, un problema. Además de todo lo que están pasando, vivir en carpas, con el clima, no saben lo que va a pasar futuramente, no tienen información, no hay un criterio que realmente regularice y que oriente a estas personas. Lo que más queremos es que tengan dignidad, tengan la posibilidad de sobrevivir y de realizar a mediano y a largo plazo sus sueños”, concluyó el sacerdote.
Durante su visita, el P. Bocchi aprovechó para orar junto a los migrantes y los ayudó a mirar con esperanza el futuro.
El Arzobispado de Santiago indica que los migrantes que no están durmiendo en las afueras del consulado, han conseguido hospedaje gracias al trabajo coordinado de distintas instituciones de Iglesia que han puesto a disposición albergues y comedores solidarios.
“Incluso, dos iglesias que dependen del Obispado de Tacna, han abierto sus puertas para acoger cada noche a más de 300 personas”, precisa la Iglesia de Chile.
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