VATICANO, 29 May. 19 (ACI Prensa).- El Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, afirmó que existe “una necesidad urgente de encontrar normas éticas para las modernas actividades financieras”.
El Purpurado dijo estas palabras durante la entrega del premio “Economía y sociedad”, otorgado a la profesora Mary Lee Hirschfeld, quien presentó el trabajo “Aquino y el mercado: Hacia una economía humana”, en el que recoge las enseñanzas de Santo Tomás de Aquino. El galardón se entregó este 29 de mayo en el Palacio de la Cancillería del Vaticano.
En esta edición del premio, que se entrega cada dos años, participaron más de 45 trabajos de doce países de tres continentes. El galardón lo promueve la Fundación Centesimus Annus – Pro Pontefice.
Al recibir el premio, la profesora de Teología y Economía en la Villanova University (Estados Unidos) dijo que “la concepción de Aquino, de los incentivos y su comprensión de la propiedad privada terminan siendo radicalmente diferentes a las de los economistas, precisamente porque Aquino está pensando en la felicidad en la forma en que lo he discutido anteriormente, como algo que se encuentra en los bienes superiores de Dios, la familia, la comunidad y la virtud”.
“En un mundo así, la riqueza es buena, pero es un bien instrumental. Esa fue la raíz de la visión de una economía humana que expuse en mi libro”, indicó la experta, según informa Vatican News.
“Mi libro está destinado a ambos mundos: está destinado a mostrar al mundo secular que sus hábitos de pensamiento sobre la relación entre la riqueza y la felicidad no es la única manera posible de pensar en ello. Y pretende alertar a la Iglesia de las dificultades de compartir su sabiduría con un mundo que no comparte su lenguaje”, señaló.
Por su parte, el Cardenal Parolin ofreció tres puntos para la reflexión. El primero es el de la elección racional de la economía neoclásica, en particular la tesis de la “recaída favorable” que presupone que cada crecimiento económico puede producir mayor equidad e inclusión social en el mundo.
Sobre este punto, el Purpurado italiano dijo que el Papa Francisco “y con él toda la Doctrina Social de la Iglesia parten de un concepto integral del hombre, cuya felicidad se realiza no en las opciones de consumo sino en la efectiva apertura y en el compartir con los otros y en el verdadero amor a Dios”.
El segundo punto se refiere a la relación con el dinero, a quien se ha aceptado “pacíficamente el predominio sobre nosotros y nuestras sociedades”, creando nuevos ídolos, advirtió el Cardenal.
También aquí Santo Tomás de Aquino puede venir en ayuda ya que distingue “entre la verdadera felicidad y la vida buena con la falsa esperanza de una felicidad que consiste en tener siempre más bienes materiales”.
El Secretario de Estado destacó que para Santo Tomás “una acción política y económica armónica, que promueva alcanzar los fines del hombre en todo lugar, o dicho en términos más actuales, su desarrollo humano integral, reclama una acción prudente de los ciudadanos y los gobernantes”.
Ante este panorama, continuó, es necesario “encontrar normas éticas para las modernas actividades financieras, cuya comprensión y gestión exige específicas competencias técnicas”.
“El estudio de las relaciones entre el pensamiento del doctor Angélico (Santo Tomás de Aquino) y el moderno pensamiento económico, tan bien desarrollado por la obra premiada, podría entonces convertirse en un fecundo campo de diálogo interreligioso y cultural, además de influjo común de las varias religiones sobre las realidades sociales”, concluyó el Cardenal Parolin.
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