MADRID, 26 Nov. 19 (ACI Prensa).- El Obispo Auxiliar de Osaka, Mons. Toshishiro Sakai, explicó que estos cuatro días del Papa Francisco en Japón han sido muy intensos.
A pesar de que los católicos en Japón son una “minoría absoluta” que no llega ni al 1%, en estos cuatro días en “la primera página de todos los periódicos del domingo y el lunes sale el Papa con artículos largos, comentarios”, dijo el Prelado en declaraciones a ACI Prensa.
Esto ha hecho que los católicos se sientan como “mayoría” porque todo el mundo conoce al Santo Padre, quién es, qué hace, el mensaje que tiene. Y para los católicos eso les hace sentirse muy orgullosos de su “padre” que viene de Roma, y que es nuestro Santo Padre”.
Mons. Sakai destacó también los discursos del Papa Francisco sobre el desarme nuclear y compartió que pudo “acompañar al Santo Padre mucho rato y he visto claro que su visita no fue por trabajo, sino la de un padre que visita a su familia, a sus hijos y que viene a acompañarles”.
Según explicó, Mons. Sakai participó de la organización del viaje y destacó que en el encuentro que el Papa Francisco mantuvo con 20 víctimas de la bomba atómica, “no estaba previsto que los saludara. Pero él se detuvo con cada uno, con mucha intensidad y mucha calma. Con cada uno de los 20 supervivientes, con los católicos y los no católicos”.
Algo similar ocurrió en otro momento en el que varios jóvenes ofrecieron su testimonio, en el que , según explicó a ACI Prensa Mons. Sakai, “el Santo Padre se acercó a ellos para agradecerle sus palabras”.
“Es un gesto del Papa que acompaña a todas las personas especialmente las que más sufren por cualquier motivo. Esto fue una de las cosas que más me impresionaron de todo el viaje”, precisó el Obispo Auxiliar de Osaka.
“El Santo Padre nos dejó sus 10 homilías y mensajes oficiales y nos dejó unos regalos y un testimonio que tenemos que aprovechar”, subrayó.
Además explicó que en la Santa Misa que se celebró en Tokio hubo mucha gente que no pudo acceder al recinto por falta de espacio ya que el aforo era limitado.
“Hubo quien se quedó fuera, por eso recordé a quienes asistieron y también a mi mismo que nos había “tocado la lotería” porque asistir allí era una responsabilidad que teníamos que devolver a quienes no pudieron asistir”, afirmó.
Mons. Sakai destacó que esa responsabilidad de dar fruto es algo que se repite a sí mismo por la fortuna que tuvo al haber pasado “muchos ratos con el Santo Padre, es una responsabilidad enorme de trasmitir, dejar huella”.
También explicó que esta visita a Japón del Papa Francisco no cree que traiga un gran cambio a corto plazo, sino que él espera “un pequeño cambio cada día y comunicarlo a otras personas para que también ellos puedan cambiar a mejor cada día un poco. No sólo los católicos, sino toda la sociedad japonesa, porque está llena de gente muy buena y todos podemos y debemos cambiar y tener una sociedad y un país mejor”.
Mons. Sakai pidió especialmente oraciones por el pueblo de Japón porque “ahora nos toca dar fruto de estas semillas que nos ha dejado el Santo Padre.
El Arzobispo de la Arquidiócesis de Osaka es Mons. Josep Maria Abella, claretiano; el Obispo Auxiliar es Mons. Toshihiro Sakai, miembro del Opus Dei. La Arquidiócesis tienen un área de 15 mil kilómetros cuadrados y una población de 15,5 millones de personas, de las que el 0,4% son católicos.
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