VATICANO, 31 Mar. 20 (ACI Prensa).- La Iglesia en Roma no detiene su labor pastoral caritativa con los más necesitados durante la pandemia del coronavirus COVID-19, por ello, Cáritas Roma continúa dando comidas a personas sin hogar en cuatro comedores.
Esta decisión se encuentra en sintonía con los numerosos llamados del Papa Francisco a no abandonar a los más pobres, a los ancianos, a los enfermos y a las personas sin hogar.
Este 31 de marzo, al inicio de la Misa en la capilla de la casa Santa Marta, el Santo Padre pidió rezar “por las personas sin hogar en este momento en que se pide estar dentro de casa”, para que “hombres y mujeres tomen conciencia de esta realidad y ayuden”, así como también para que “la Iglesia los acoja”.
En esta línea, el director de Cáritas Roma, P. Benoni Ambarus, señaló en entrevista con ACI Prensa que “agradecen a Dios por la disponibilidad de voluntarios” en estos momentos, ya que las personas sin hogar están pasando hambre.
En concreto, P. Ben explicó a ACI Prensa que la Cáritas de la Diócesis de Roma actualmente está sirviendo entre 3.500 y 4.000 comidas al día en los cuatro comedores que tienen abiertos en la capital: el comedor “Juan Pablo II” localizado cerca del Coliseo, en el Colle Oppio, en donde sirven almuerzo y cena a las personas; el comedor “Don Luigi di Liegro” cerca de la estación de trenes Termini en donde viven 90 adultos que comen y cenan allí; la “Ciudadela de la caridad – Santa Jacinta” en vía Casilina; y el centro “Gabriele Castiglioni” en Ostia.
De este modo, el director de Cáritas Roma describió a ACI Prensa diferentes iniciativas que están impulsando desde algunas parroquias, por ejemplo, la posibilidad de comprar directamente en el supermercado algún alimento para las personas sin hogar. Al final del día el párroco o algún voluntario retira esos alimentos y lo distribuyen a las personas necesitadas.
Además, el P. Benoni Ambarus animó a “no encerrarse todos dentro de las casas, sino cuidar a las personas que viven cerca de nosotros, porque hay personas solas, enfermas que llaman para pedir si podemos llevarles comida o medicinas”, por ello afirmó que “entre más se despierta la ciudadanía, mejor es”.
En este sentido, P. Ben recomendó a quienes quieren ayudar que en primer lugar es necesario “mirar alrededor nuestro” para “identificar las necesidades territoriales, las personas que viven cerca, de lo contrario, si no contamos con estas ‘antenas territoriales’, corremos el riesgo de abandonar a las personas que están solas”.
“Sugiero a todos: no perder de vista la puerta de ‘al lado’, preguntar a los vecinos del edificio, de la propia calle, si hay personas que necesitan ayuda y ‘arremangarse’. Cuando uno va a hacer las compras no le cuesta nada preguntar al vecino -que está solo, enfermo o anciano- si necesita que le hagamos la compra en el supermercado. Estas son las cosas bellas que deben ser absolutamente fortalecidas”, señaló.
Por último, el director de Cáritas Roma agradeció la respuesta generosa que han recibido de parte de personas particulares y de algunas cadenas de supermercados con la campaña “Quisiera, pero no puedo” (en italiano: “Vorrei, ma non posso”).
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