Rhode Island, 14 Feb. 20 (ACI Prensa).- El Obispo de Providence (Estados Unidos), Mons. Thomas J. Tobin, respondió a la controversia sobre algunos comentarios de un sacerdote en su diócesis, que supuestamente restó importancia a la gravedad del abuso sexual infantil, especialmente al decir que “la pedofilia no mata a nadie, el aborto sí”.
“En el contexto de la discusión pública actual, es importante afirmar que tanto el abuso sexual de menores como el aborto son acciones horribles e inmorales que tienen consecuencias muy graves y perjudiciales”, dijo Mons. Tobin en una declaración del 13 de febrero.
“Nunca es aceptable subestimar el daño causado por el abuso sexual de menores”, agregó.
La discusión a la que se refirió Tobin comenzó cuando el P. Richard Bucci, de Rhode Island, anunció el 26 de enero que los legisladores estatales que votaron a favor de un proyecto de ley para ampliar el acceso al aborto en el estado no podrían recibir la Eucaristía en su parroquia.
Los 66 legisladores que votaron a favor de la Ley de Privacidad Reproductiva de Rhode Island de 2019 estaban prohibidos de acercarse a la Sagrada Comunión y no se les permitiría actuar como testigos de matrimonio, ser padrinos de Bautismo o de Confirmación, o lectores en liturgias en su parroquia, anunció el P. Bucci en un comunicado y, además, informó haber enviado un mensaje por correo electrónico a cada legislador.
Los comentarios del presbítero indican que los defensores del aborto tienen prohibido la Eucaristía debido a la gravedad única de esta práctica y que los legisladores proaborto incurrieron en pena de excomunión.
El 7 de febrero, el sacerdote le dijo al locutor de radio local Gene Valenti que los legisladores católicos que apoyan el matrimonio entre personas del mismo sexo pueden ser admitidos en la Eucaristía, mientras que aquellos que apoyan el aborto no pueden.
“No hay una vida inocente en riesgo allí. La Iglesia ha excomulgado a personas que procuran, proveen, guían al aborto porque hay una vida inocente en juego, y esa es la razón por la cual la excomunión ha sido legal desde el comienzo del catolicismo”, expresó.
La Iglesia dice que a los políticos proaborto se les puede prohibir la Eucaristía, aunque el argumento del P. Bucci no es consistente con las normas canónicas.
La ley canónica establece que solo los católicos que procuran o realizan abortos directamente están sujetos a la pena canónica de excomunión: Médicos y aquellos que eligen libremente someterse o facilitar directamente abortos particulares.
La Iglesia dice que los políticos a favor del aborto pueden ser prohibidos por sus obispos o párrocos de la Eucaristía no porque estén excomulgados, sino porque su defensa política puede constituir “perseverancia obstinada en un pecado grave manifiesto”.
A los católicos que abogan por otras políticas que no pueden conciliarse con la doctrina cristiana también se les puede prohibir recibir la Eucaristía, al igual que los católicos que públicamente perpetúan el pecado grave en otras circunstancias, incluidas las relaciones sexuales continuas y manifiestas, de cualquier tipo, fuera de matrimonio. Esa prohibición, que dura hasta que una persona se arrepienta y modifique su vida, no constituye excomunión.
Los comentarios del P. Bucci provocaron una gran controversia cuando, en un esfuerzo por explicar su posición, hizo una comparación entre el aborto y la pedofilia.
“No estamos hablando de ningún otro problema moral, donde algunos pueden hacer una comparación entre pedofilia y aborto. La pedofilia no mata a nadie y esto lo hace”, dijo el P.Bucci a los periodistas locales el 9 de febrero, aparentemente intentando enfatizar la gravedad del aborto y abordando la crisis clerical de abuso sexual.
Según algunos estudios, las personas que sufren abuso sexual cuando eran niños tienen tres veces más probabilidades de suicidarse que el promedio en Estados Unidos. Las personas que sufren múltiples actos de abuso son aún más propensas a quitarse la vida.
En 2005, el entonces Cardenal Joseph Ratzinger calificó los actos de abuso sexual infantil como “un pecado horrendo a los ojos de Dios”. La Iglesia dice que una persona que ha cometido algún acto de abuso sexual no debe recibir la Eucaristía sin antes confesar sacramentalmente el pecado.
La declaración del 13 de febrero de Mons. Tobin no abordó los argumentos específicos de del P. Bucci, pero enfatizó que “el aborto destruye la vida inocente no nacida; explota a las mujeres vulnerables; disminuye la vida familiar; y corroe el tejido moral de la sociedad”.
“No hay circunstancias, personales o políticas, que justifiquen la terminación de los niños no nacidos. La Iglesia Católica ha sido muy clara y consistente al condenar el mal del aborto, y afirmamos que quienes promueven, apoyan y aprueban el aborto, incluidos los líderes cívicos, son responsables de haber cometido un mal grave ante los ojos del Dios Todopoderoso”, agregó.
Asimismo, el Prelado enfatizó que “el abuso sexual, donde sea y cuando ocurra, causa un daño duradero, a veces permanente y devastador para las víctimas/sobrevivientes, sus familias y toda la comunidad”.
“Las denuncias de abuso sexual siempre deben tomarse con la mayor seriedad y se deben hacer todos los esfuerzos posibles para proteger a los niños y jóvenes, eliminar el abuso, enjuiciar a los abusadores y ofrecer asistencia a quienes han sido perjudicados”, agregó.
“En la discusión pública actual, exhorto a todas las partes a que se abstengan de retórica inútil y enardecedora, y que reflexionen personalmente y en oración sobre las consecuencias de estos asuntos graves. Que podamos renovar nuestros esfuerzos para proteger la vida y promover el bien común, especialmente para los niños y jóvenes, y que Dios bendiga nuestro compromiso con sabiduría, prudencia, humildad y caridad”, concluyó Mons. Tobin.
Mons. Tobin no indicó cómo la Diócesis de Providence responderá directamente al P. Bucci. La diócesis declinó responder preguntas a CNA, agencia en inglés del Grupo ACI.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.
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