VATICANO, 21 Feb. 19 (ACI Prensa).- “Pido al Espíritu Santo que los ayude a restablecer la confianza en la Iglesia”, renovada y “absolutamente libre de abusos sexuales”, expresó una de las víctimas a los obispos y superiores que participan en el Encuentro sobre la Protección de Menores que se realiza en el Vaticano, donde también se pidió escuchar más a las personas que sufren estas agresiones.
Este 21 de febrero fue inaugurado el encuentro convocado por el Papa Francisco para abordar con los presidentes de todos los episcopados el abuso sexual dentro de la Iglesia. El histórico evento concluirá el domingo 24 y se realiza en el Aula Nueva del Sínodo.
Luego de la oración inicial, se proyectó un video a través del cual los 190 participantes escucharon cinco testimonios de víctimas de abusos sexuales cometidos por miembros del clero.
“Más me gustaría referirme como católico, lo que me pasó y lo que me gustaría decirles a los obispos. Para una persona, como católico, lo más difícil es poder hablar sobre el abuso sexual, pero una vez que uno se atreve a ir a contar (…), lo primero que pensé es: voy a ir a la Santa Madre Iglesia, donde me van a oír y me van a respetar. Lo primero que hicieron fue tratarme de mentiroso, darme la espalda y decir que yo y otros, éramos enemigos de la Iglesia”, expresó la primera de las víctimas, cuyo nombre, como los del resto, no fueron divulgados.
En ese sentido, la persona dijo a los obispos que a las víctimas se les debe respetar y acompañar, sin “perdones falsos, perdones obligados” que no funcionan. “Ustedes, son los doctores de las almas, y sin embargo, con excepciones, se han convertido en algunos casos, en los asesinos de las almas, en los asesinos de la fe. Que contradicción más espantosa”, expresó.
“Yo me pregunto, qué estará pensando Jesús, qué estará pensando María, cuando ve a sus propios pastores, ser los que traicionan a las ovejas. Yo les pido por favor, que colaboren con la justicia, que tengan especial cuidado con las víctimas”, añadió.
Por ello, alentó a escuchar al Papa Francisco y pidió “al Espíritu Santo que los ayude a restablecer la confianza en la Iglesia, que los que no quieran oír al Espíritu Santo y los que quieran seguir encubriendo, que se vayan de la Iglesia, para dejar paso a otros que sí queremos una Iglesia nueva, una Iglesia renovada y una Iglesia absolutamente libre de abusos sexuales”.
“No podemos seguir con este crimen, de encubrir esta lacra de los abusos sexuales en la Iglesia. Espero que el Señor y María los ilumine, y de una vez por todas, colaboremos con la justicia, y extirpemos este cáncer de la Iglesia, que está terminando con la Iglesia. Y eso es lo que el demonio quiere”.
Posteriormente se escuchó el testimonio de una mujer que fue obligada a abortar tres veces por un sacerdote con el que mantenía una relación, el de un presbítero que de joven fue abusado por un clérigo, y de otros dos laicos que también fueron víctimas de miembros del clero.
El presbítero que fue abusado relató que el hecho ocurrió cuando era adolescente. El abusador fue el sacerdote que le enseñaba a leer la Biblia durante la Misa. “La otra cosa que me hirió fue el obispo a quien, después de muchos años como adulto, le hablé de lo que había pasado. Fui con él junto con mi provincial. Primero le escribí una carta al obispo, seis meses después de una entrevista con el sacerdote. El obispo no me respondió y después de seis meses escribí al nuncio”.
“El nuncio reaccionó mostrando comprensión. Entonces me encontré con el obispo y me atacó sin tratar de entenderme, y eso me hirió. Por un lado el sacerdote y por otro este obispo”, señaló.
“¿Qué siento? Me siento mal, porque ni ese sacerdote ni el obispo respondieron a mi carta, y ya han pasado ocho años y tampoco él ha respondido. ¿Qué me gustaría decir a los obispos? Que escuchen a estas personas, que aprendan a escuchar a las personas que hablan. Yo quería que alguien me escuchara, que se supiera quién es ese hombre, ese sacerdote y lo que hace. Perdono de todo corazón a ese sacerdote y al obispo”, expresó.
El cuarto testimonio dijo que producto del abuso “todavía hay dolor en mis relaciones familiares. Todavía hay dolor con mis hermanos. Todavía tengo dolor. Mis padres todavía llevan el dolor por la disfunción, la traición, la manipulación que este hombre malo, que era nuestro sacerdote católico en ese entonces, nos hizo a mi familia y a mí”.
Si bien “ahora estoy bien porque he encontrado esperanza y sanación al contar mi historia”, la persona exhortó a los obispos a tener “liderazgo, visión y coraje”.
Para ello les puso como ejemplo al Cardenal Francis George, que enfrentó los abusos cometidos por sacerdotes.
“Pensé que si él podía ponerse a sí mismo ahí fuera, y liderar con el ejemplo (la lucha contra los abusos), entonces yo podría ponerme a mí mismo ahí fuera, y creo que otros sobrevivientes y otros católicos y personas de fe pueden salir, ponerse a trabajar para lograr una resolución, y trabajar para sanar, y trabajar por una Iglesia mejor”, afirmó.
El último testimonio dijo que fue acosado sexualmente “durante mucho tiempo, más de cien veces”, y esto le ha “creado traumas y recuerdos a lo largo de mi vida”. “He cargado con esta actitud en mi familia, con mis amigos e incluso con Dios”, expresó.
Dijo que “cada vez que he hablado con los provinciales y con los superiores mayores, todos han encubierto prácticamente cada asunto, han encubierto a los autores y eso a veces me mata. Hace mucho tiempo que doy esta batalla... y la mayoría de los superiores, por razones de amistad, son incapaces de detenerlo”.
Por ello pidió a los participantes del encuentro “que lleven a cabo actos firmes que realmente pongan en su lugar al perpetrador. Si queremos salvar a la Iglesia, los perpetradores deben ser castigados”.
“Si quieren salvar a la Iglesia, tenemos que actuar juntos y hacer que los perpetradores se den por vencidos”, insistió.
La persona dijo que “la amistad no debería prevalecer aquí, sino la acción, porque esto destruirá a todas nuestras generaciones de niños. Como Jesús siempre dijo, necesitamos ser como niños, no ser abusadores sexuales de niños”.
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