REDACCIÓN CENTRAL, 22 Feb. 19 (ACI Prensa).- Dos presuntas víctimas del P. Mauricio Víquez Lízano acusaron al Arzobispo de San José (Costa Rica), Mons. José Rafael Quirós, de encubrir los supuestos abusos del presbítero que actualmente se encuentra prófugo de la justicia luego que la fiscalía ordenó su detención.
En septiembre de 2018, Maikol Rodríguez Solera y Anthony Venegas Abarca denunciaron ante la Nunciatura Apostólica en Costa Rica a Mons. Quirós por supuesto encubrimiento de los abusos que habría cometido el P. Víquez cuando tenían 13 y 14 años respectivamente.
Durante años el P. Víquez se desempeñó como director de Telefides y vocero de la Iglesia en Costa Rica.
En declaraciones a Noticias Repretel en octubre de 2018, Rodríguez dijo que el sacerdote “buscaba personas vulnerables” para que vieran pornografía en la casa cural e hicieran actos obscenos.
Por su parte, Venegas indicó al mismo medio que en el 2003 cuando fue a denunciar al P. Víquez “la persona que me atendió fue el (entonces) Vicario General, José Rafael Quirós, el actual Arzobispo de San José, Costa Rica. A él yo le conté los abusos que estaba viviendo, las consecuencias que había vivido en ese momento. Prometió protección y anonimato, que nadie en la parroquia se iba a dar cuenta de que nosotros éramos los que habíamos ido a denunciar”.
“Después de eso decidieron olvidarme, hacerme a un lado y no volver a contactarme”, agregó.
Dijo que cuando volvió en 2018 para hacer la denuncia canónica contra el P. Víquez, confrontó al Arzobispo Quirós quien “alegó falta de expertise” (pericia).
Rodríguez aseguró que en esa ocasión, el Prelado -que asumió la Arquidiócesis en 2013- les dijo que sentía su “dolor como suyo y que está dispuesto, ahora sí, a hacer lo que está en sus manos para resarcir el daño ocurrido en nosotros”.
“Me parece igual de grave que él y su antecesor, Hugo Barrantes, conocían que Mauricio (Víquez) abusaba de niños y no hicieron nada”, dijo Rodríguez a Noticias Repretel.
Según informa el semanario Universidad, Mauricio Víquez “fue notificado por el Tribunal Canónico antes del 7 de enero sobre la única denuncia que podría llevarlo a la cárcel” y que en esos días salió del país. Aunque se desconoce su paradero, el medio indica que podría estar en Panamá.
Mauricio Víquez envió una carta a la Universidad de Costa Rica donde trabajaba para pedir permiso para ausentarse todo el 2019, señalando un problema de salud que no especificó.
El medio indicó que la ausencia del P. Víquez “imposibilita a las autoridades judiciales notificarlo o tomarle declaración”. “Mientras, el tiempo corre y aumenta el peligro de que el caso prescriba en setiembre, cuando el denunciante cumpla 28 años de edad (como estipula la ley actual para casos de abusos sexuales a menores)”, señala.
La respuesta de la Arquidiócesis de San José
Preguntado sobre las acusaciones en su contra, el Arzobispo de San José dijo a Noticias Repretel en octubre de 2018 que “esto ya es un asunto en una investigación que es reservada y no me puedo referir a algo que apenas está empezando”.
En un comunicado emitido el 14 de febrero de 2019, la Arquidiócesis de San José indicó que la denuncia formal canónica contra el P. Víquez la presentaron Rodríguez y Venegas en mayo y junio de 2018 respectivamente.
El texto explica que cuando recibió la denuncia por primera vez en 2003, el entonces P. Quirós “informó al Arzobispo de San José, Mons. Hugo Barrantes Ureña. Respondiendo a esta queja y solicitud de quienes la interpusieron, el sacerdote Víquez Lizano fue removido del oficio de párroco y se decidió no iniciar ninguna acción que lesionara la buena fama de los menores afectados como en la conversación fue solicitado. A partir de ese momento nunca más tuvo oficios parroquiales”.
El 27 de julio de 2018 Mons. Quirós suspendió “de todos los oficios sacerdotales al presbítero Víquez Lizano”.
El comunicado de la Arquidiócesis indica que el expediente con las acusaciones fue recibido “en su momento” por la Congregación para la Doctrina de la Fe en el Vaticano.
Además señala que quienes acusan al P. Víquez pidieron 200 mil dólares cada uno, una solicitud “que fue rechazada por el Arzobispo. Lo anterior consta en solicitud escrita por los señores Rodríguez y Venegas con fecha del 27 de julio de 2018. Esta solicitud les fue denegada y comunicada en reunión sostenida con ellos el 3 de agosto de 2018”.
El comunicado también se refiere a la invitación cursada a Mons. José Rafael Quirós para participar en el encuentro de protección de menores en la Iglesia que se realiza en el Vaticano del 21 al 24 de febrero. El Prelado desistió y en su lugar viajó Mons. Gabriel Enrique Montero Umaña, Obispo de San Isidro.
Jeison Granados, director de Radio Fides, emisora oficial de la Arquidiócesis de San José, explicó el 22 de febrero a ACI Prensa que “mientras el caso de Mauricio Víquez esté en proceso, Monseñor (Quirós) prefirió no asistir. Esa fue la principal razón. Él no quería ensuciar nada que tuviera que ver con Roma ni con el Papa por ese proceso que se lleva. Además a él lo han acusado de encubrimiento. Por eso no fue y le pidió al Obispo de San Isidro, vicepresidente de la conferencia episcopal, que asistiera él”.
El P. Alejandro Jiménez, Vicario Judicial del Tribunal Eclesiástico de la Arquidiócesis de San José, dijo que en total son nueve las personas que acusan de abusos al P. Víquez.
En una entrevista con Radio Fides el 20 de febrero, el P. Jiménez negó que la Arquidiócesis de San José haya informado anticipadamente o de forma “dolosa” al sacerdote para que saliera del país. “Esto es falso, rotundamente falso”, dijo el Vicario Judicial.
Víquez se enteró de la acusación cuando se leyeron las actas del tribunal eclesiástico para informarle del proceso canónico que se le seguía, algo que exige la Santa Sede para la defensa del acusado.
“Por derecho tiene la posibilidad de conocer las actas, dentro de ellas va la prueba que el ofendido aporta al tribunal”, entre las cuales estaba la demanda penal interpuesta en su contra. “Él (Víquez) por derecho de defensa conoce la acusación cuando el abogado se las lee, no las tiene en sus manos. Esa es la razón por la que supo de los hechos, no porque se le entregue maledicentemente”, indicó el sacerdote.
Eso ocurrió a mediados del mes de diciembre de 2018, precisó el P. Jiménez.
En declaraciones a Radio Fides, el Obispo Auxiliar de San José, Mons. Daniel Blanco se refirió a la orden internacional de captura contra Víquez y dijo que “la posición de la Arquidiócesis es de confianza plena en los tribunales de justicia de país. Sabemos que estamos en un Estado de derecho y sabemos que la justicia va a prevalecer, confiamos plenamente en que se va a hacer justicia en este proceso”.
“Como Arquidiócesis de San José, le pedimos a Mauricio Víquez que venga al país, que enfrente la justicia, los cargos que se le están imputando. En este caso uno en particular que no ha prescrito, que se entregue a las autoridades”, agregó.
“La Iglesia no conoce absolutamente nada del paradero del padre Mauricio. Canónicamente los curas párrocos deben comunicar si van a estar fuera del país” y como desde 2003 el sacerdote no era ni vicario parroquial ni párroco, no estaba sujeto a esta norma.
Acusaciones contra el P. Hernán Castillo
De otro lado, la Arquidiócesis de San José también respondió a las acusaciones de abusos contra el P. Hernán Castillo Huertas, tras una reciente conferencia de prensa realizada por una supuesta víctima.
La Arquidiócesis de San José recibió por primera vez la acusación en julio de 2017, por “supuestos comportamientos que podrían constituir un delito de abusos sexuales en perjuicio de una persona menor. Los hechos se remontan al menos a tres décadas atrás”.
El P. Castillo tiene ahora 84 años, sufre de Alzheimer y vive en un centro de adultos mayores. La denuncia en su contra fue presentada dos meses después de su ingreso a este lugar.
El 21 de febrero, el Canciller de la Arquidiócesis de San José, P. Rafael Ángel Sandi, se pronunció tras la conferencia de prensa brindada por Arnoldo Villalta, la supuesta víctima del P. Castillo, que además acusa a la Iglesia de encubrimiento y de retrasar el proceso.
El P. Sandi rechazó las acusaciones y dijo a Radio Fides que “la Arquidiócesis nunca ha pretendido ocultar nada”.
El sacerdote indicó que el proceso no avanza porque los testigos no asisten a declarar. Desde fines de 2017, agregó, no ha recibido ningún correo de Villalta quien dijo, “solo venía a la Arquidiócesis a maltratar”.
El 14 de febrero de 2019 notificaron a Villalta a través de su abogado para que presente sus testigos, y el día 21 solo apareció uno de ellos “que conoce a Villalta hace dos años, cuando los hechos ocurrieron hace 40”.
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