MADRID, 08 Sep. 18 (ACI Prensa).- El Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández, explica en su última carta pastoral semanal la importancia de la visita pastoral que realizan los obispos a las parroquias de la diócesis para escuchar las necesidades de los fieles, y precisa que no es “una inspección fiscalizadora del jefe de una empresa”.
Mons. Fernández explica que la visita pastoral que realiza el obispo cada cierto tiempo a cada parroquia de la diócesis “no termina nunca” porque es el trabajo cotidiano del Obispo y “forma parte de la vida de la diócesis”.
Por eso explica que se trata “principalmente en el encuentro gozoso de la comunidad cristiana con su pastor y del pastor con la comunidad cristiana, de cada parroquia, de cada grupo, de cada institución”.
Una tarea que para el Obispo de Córdoba es “la más gratificante de todas las que el obispo tiene encomendadas”.
Mons. Fernández asegura que el encuentro del obispo con la comunidad cristiana en la visita pastoral es “una celebración eclesial” y no debe verse como “una inspección fiscalizadora del jefe de una empresa, sino un momento de gracia, para reconocer lo mucho que Dios está haciendo, agradecer y felicitar a los colaboradores por su dedicación y tarea permanente en la catequesis, en la caridad, en el culto”.
“La visita pastoral que el obispo realiza como ministro de Cristo es la visita del Señor a su pueblo”, precisa y explica que en ese encuentro del Obispo con los fieles “es el Señor quien viene y pasa por nuestra vida, llamándonos de nuevo a conversión, a seguirle más de cerca para que seamos misioneros de esa alegría recibida”.
Un encuentro que es también un “momento para revisar la marcha de todas las instituciones parroquiales, de poner a punto el trabajo de cada día”, pero sobre todo “un momento de gracia para reanimar las energías de los agentes evangelizadores, felicitarlos, animarlos y consolarlos”.
En ese sentido Mons. Fernández explica que la visita pastoral es similar a los encuentros que realizaban los apóstoles a las primera comunidades cristianas en donde “la primera reacción era la alegría” por el “encuentro en la fe y en la comunión eclesial, al comunicarse mutuamente los dones que Dios va realizando en su pueblo, en un intercambio que llena de esperanza”.
El Obispo de Córdoba también explica que la visita pastoral requiere una preparación con “oración y catequesis” para “explicar el ministerio del obispo y del presbítero colaborador del orden episcopal, el papel de los religiosos y de los laicos en la vida de la Iglesia”.
En ese encuentro entre el párroco y el obispo también se revisan “los contenidos de la acción evangelizadora, actualizar la preparación y celebración de la Santa Misa y el culto eucarístico, del sacramento de la penitencia y de todos los demás sacramentos”.
En ese sentido Mons. Fernández también anima a “cuidar mucho estos momentos de especial encuentro con Dios” a través de la liturgia, y la “participación activa y fructuosa de los fieles en todas estas celebraciones, de manera que no se conviertan en ritos mágicos, sino que propicien un verdadero encuentro con Dios”.
El Prelado exhorta en su carta a aprovechar la piedad popular porque “son siempre oportunidades por las que Dios entra en el corazón humano” y anima a que la comunidad cristiana viva “la comunión de bienes y el ejercicio de la caridad fraterna” que no se lleva a cabo sólo “repartiendo alimentos” sino haciendo que “circule la caridad entre los miembros de la comunidad eclesial, privándose unos para ayudar a los otros”.
En este curso está previsto que Mons. Fernández visite dentro de la diócesis de Córdoba la Vicaría del Valle que incluye los arciprestazgos de Alto y Bajo Guadalquivir, desde Villa del Río a Palma del Río.
“Una zona fértil en frutos de la tierra, en la que la Palabra de Dios quiere dar frutos de salvación para todos”, precisa y para la que pide que acompañemos con oraciones “esta Visita del Señor a su pueblo, para que estas comunidades se renueven profundamente”.
Puede leer la carta íntegra AQUÍ.
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