MONTEVIDEO, 10 Sep. 18 (ACI Prensa).- El 10 de septiembre se celebra en Uruguay el Día de la Educación Católica, ocasión en que se busca fortalecer la identidad de las escuelas católicas y aportar en la construcción de una nueva sociedad.
La fecha conmemora aquel 10 de setiembre del 1815 en que el General José Artigas firmó un documento en el que solicitó al Cabildo de Montevideo fundar “la escuela de la patria”, uno de los primeros colegios para jóvenes, confiada al sacerdote franciscano José Benito Lamas.
“Esta jornada de celebración debería llevarnos a todos los integrantes de la comunidad educativa a volver a la pregunta fundamental ¿qué significa educar?”, expresó el Secretario Ejecutivo del Departamento de Educación Católica de la Conferencia Episcopal de Uruguay (CEU), P. Fabián Silveira, en una carta dirigida a los directores y encargados pastorales de las escuelas católicas.
En la misiva, el P. Silveira ofrece distintas reflexiones sobre la educación católica para que las escuelas puedan preparar una instancia de oración y agradecimiento.
Celebrando el día de la Educación Católica con los colegios de Maldonado y Rocha. Gracias a todos los que hacen presente en nuestros colegios el rostro de Jesús, maestro de vida plena! pic.twitter.com/ikc9lteXza
— Milton Tróccoli (@Cebedio) 10 de septiembre de 2018
En su mensaje, el sacerdote explicó que la acción de educar debe entenderse como “promoción, estructuración, consolidación de las capacidades personales para vivir la vida en modo consciente, libre, responsable y solidario, en el mundo y con los otros, en el correr del tiempo y la edad, en las relaciones interpersonales y en la vida social, entre interioridad y trascendencia”.
Asimismo, reconoció en la pedagogía de Dios “el principio fundamento de nuestra concepción de la educación cristiana católica”, la que se ve plasmada “en la creación, en su amor compasivo y misericordioso y en la gratuidad divina de la Alianza”.
Al considerar que Uruguay vive un profundo proceso de secularización desde hace más de 100 años, el P. Silveira aseguró que “una tarea de los educadores católicos es ampliar la historia de la pedagogía, con acentuaciones laicistas, que hemos recibido en los ateneos educativos de nuestro país”.
El Secretario Ejecutivo del Departamento de Educación Católica de la CEU también hizo alusión a la declaración del Concilio Vaticano II “sobre la educación cristiana”, el que reconoce que todos los hombres tienen el derecho inalienable de una educación y reafirma que los primeros y principales educadores de los hijos son los padres.
Esta histórica declaración también “recuerda el deber de educar que le corresponde a la Iglesia pues esta tiene el deber de anunciar a todos los hombres el camino de la salvación”.
Por ello, afirmó el P. Silveira, “la Iglesia como Madre, está obligada a dar a sus hijos una educación que llene su vida del espíritu de Cristo”.
Finalmente, el P. Silveira recordó a los directores y encargados pastorales que “la escuela católica nunca será un gheto de católicos y para católicos”, sino que tiene la necesidad de “atender con afecto particular y con su ayuda a los muchísimos que se educan en escuelas no católicas”.
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