Washington D.C., 11 Sep. 18 (ACI Prensa).- Andrea Picciotti-Bayer, Consejera Legal de The Catholic Association Foundation, explicó por qué decidió firmar, junto a otras 5.000 laicas, la carta abierta al Papa Francisco exigiendo que responda las preguntas generadas por la reciente acusación del Arzobispo Carlo Maria Viganò, ex nuncio en Estados Unidos.
“¿Por qué firmé la carta? La reputación de la Iglesia Católica está merecidamente manchada. Somos responsables de esta reputación. Pero algunos asuntos solo pueden ser tratados por el Papa Francisco y sus hermanos obispos aquí en los Estados Unidos”, explicó en una columna publicada el 10 de septiembre en CNA -agencia en inglés del Grupo ACI-.
La abogada dijo que si bien el Papa ha decidido no responder a las acusaciones, “no es demasiado tarde para aclarar y guiar la Iglesia decisivamente en búsqueda de la verdad”.
“En las últimas semanas, muchos fieles católicos han propuesto pasos para restaurar a la Iglesia a raíz de graves errores que ocurren desde adentro. Y estamos esperando escuchar la voz del Santo Padre, nuestro buen pastor, para guiarnos por el camino de la redención”, agregó Picciotti-Bayer.
Asimismo, explicó que, a pesar del “sentimiento de humillación como una católica comprometida” al enterarse de los escándalos de abuso, se encuentra “agradecida” por las investigaciones del Gran Jurado de Pensilvania y “por las fuertes demandas públicas de una explicación completa” del caso.
“Proteger a un niño o joven adulto del abuso vale la pena a pesar de la vergüenza que podamos sufrir”, afirmó.
También dijo que “se necesita una respuesta decisiva de inmediato, que permita detener el ciclo de abuso y corrupción, además de iniciar el proceso de restauración de la autoridad moral de la Iglesia”.
Picciotti-Bayer aclaró que las razones para firmar la carta abierta no tuvieron que ver en absoluto con “intereses ocultos contra el Papa”.
“Estoy totalmente de acuerdo con el llamado del Papa Francisco a que nos preocupemos por los pobres y ser mejores custodios del medio ambiente. Así como también, entiendo que cultivar un espíritu de misericordia mutuo es un principio fundamental del cristianismo. En este sentido, pedir respuestas no es una reacción oportunista contra este papado”, explicó.
Además, afirmó que siente empatía y entiende “el ritmo, franqueza y carisma” del Papa Francisco, a quien “ama”, no solo “porque él es el jefe de la iglesia sino también porque es Latino”.
Finalmente, aseguró no haber firmado la carta para sembrar división.
“No estoy tomando partido en lo que algunos periodistas llaman una ‘guerra civil"’ dentro de la Iglesia Católica. Lo último que quiero es que cualquier persona abandone su fe por los pecados de algunos dentro de la Iglesia o que alguien crea que el catolicismo está sujeto al partidismo”.
“Sé que los católicos debemos obediencia al Papa y estoy completamente comprometida con la unidad en la Iglesia”, concluyó.
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