REDACCIÓN CENTRAL, 24 Abr. 19 (ACI Prensa).- El Vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Mons. Carlos Garfias, presentó el 23 de abril en la Cámara de Diputados el proyecto “Prevención y Atención de Personas Víctimas de la Violencia” en el que la Iglesia ha trabajado en los últimos años.
El también Arzobispo de Morelia explicó en su presentación que “promover la dignidad de la persona significa reconocer que posee derechos inalienables, de los cuales no puede ser privada arbitrariamente por nadie y, menos aún, en beneficio de intereses políticos o económicos”.
“Si el derecho de cada uno no está armónicamente ordenado al bien más grande, termina por concebirse sin limitaciones y, consecuentemente, se transforma en fuente de conflictos y de violencias”, advirtió.
Por ello y ante el reto que se presenta en México, el Prelado compartió el proyecto de “Prevención y Atención de Personas Víctimas de la Violencia”, ante el cada vez más creciente número de asesinatos dolosos que llegó a 2.575 solo en diciembre de 2017, según datos de la Secretaría de Seguridad Pública.
El Arzobispo resaltó que “Colima, Guerrero, Guanajuato y Michoacán son algunos de los estados más violentos, y, por si fuera poco; no se cuentan con importantes cifras negras, ya que muchos delitos no se denuncian; considerándose como razón principal; la pérdida de tiempo, la desconfianza y la corrupción”.
El proyecto propuesto tiene tres líneas de acción:
1.- Atención y acompañamiento a las víctimas
Mons. Garfias explicó que “el acompañamiento que propone la Iglesia es un acompañamiento integral, que contempla las diferentes dimensiones y esferas de la persona”.
“Esto se logrará a partir de la formación de equipos ‘levadura’ que darán el acompañamiento directo a las víctimas de la violencia, y fortalecerán el área psicosocial, jurídica y espiritual. Interviniendo a través de un protocolo de primeros auxilios psicológicos”, por medio de “centros de escucha: espacios seguros donde las víctimas pueden ser asesoradas, consoladas y acompañadas” y “fortaleciendo la prevención en el tema de violencia sobre la mujer”.
2.- Capacitación y prevención
En esta línea de acción se busca capacitar en temas de “sanación: apoyando a las personas a reconocer su nueva vida a partir del momento presente; ayudándolas a reconocer las fortalezas con las que cuentan para sobreponerse a la adversidad”.
“El manejo adecuado de las emociones, pues así es como hemos construido la civilización”, el “acompañamiento espiritual: facilitando la conexión y creación de un espíritu nuevo con el que se puede construir la paz; consolando y consolidando la esperanza”.
También se busca fortalecer paulatinamente “el carácter en niños y jóvenes para lograr una mayor resiliencia y disminuir así, el impacto del abuso y la violencia” y generar “comunidades sembradoras de paz; niñez y juventud colaborando, no solo en actos aislados, sino en la creación de una cultura de paz; que sea incluyente y que fortalezca el núcleo de la sociedad: ¡La Familia! ¡Necesitamos familias unidas y más fuertes que nunca!”.
3.- Vinculación e impacto social
El Vicepresidente de la CEM dijo que esta tercera línea de acción se realizará “a través de la vinculación con diferentes sectores como el educativo, y a través de una participación en foros; esto con el objetivo de promover la sensibilidad y la responsabilidad; porque necesitamos comprender que debemos convivir en armonía, impulsando acciones que sean favorables para cuidarnos, cuidar a los demás, y cuidar nuestra casa, en la que todos vivimos”.
El Prelado exhortó a los diputados a ser artesanos de paz y los alentó a dedicarse y sacrificarse por los demás.
“No es una tarea fácil, al contrario, sé que el reto es monumental; que lo que les estoy pidiendo es dedicación y sacrificio. Sin embargo, con la participación de todos, confiamos que será posible; ahora bien, ¿se pueden imaginar si nos unimos millones? De la mano de nuestro Señor nada nos será imposible”, subrayó el Arzobispo.
“A ustedes, legisladores, les corresponde la tarea de custodiar y hacer crecer la identidad de nuestro país, de modo que los ciudadanos encuentren de nuevo la confianza en las instituciones y en el proyecto de paz y de amistad en el que se fundamentan. Sabiendo que «cuanto más se acrecienta el poder del hombre, más amplia es su responsabilidad individual y colectiva”, dijo el Prelado.
“Pongámonos a trabajar para que México redescubra su alma limpia y buena”, concluyó.
En la presentación, el Arzobispo de Morelia también participó en la proyección del documental “Tragedia y crisol del sacerdocio en México” que presenta la investigación del Centro Católico Multimedial (CCM) sobre la persecución y asesinatos de presbíteros.
Solamente entre 2012 y 2018 se registraron 26 asesinatos de sacerdotes en México, la mayoría de estos impunes. Uno de los crímenes que más ha marcado al país es el del Arzobispo de Guadalajara, Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, ocurrido hace casi 26 años sin que se haya detenido a una sola persona.
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