BUENOS AIRES, 20 Abr. 18 (ACI Prensa).- En su mensaje final de la 115° Asamblea Plenaria, la Conferencia Episcopal de Argentina (CEA), pidió una defensa “clara, firme y apasionada” del derecho a la vida desde la concepción, así como “buscar soluciones nuevas que resuelvan los problemas, sin necesidad de matar” al no nacido.
El encuentro se llevó a cabo del 16 al 20 de abril en la Casa de Ejercicios El Cenáculo (La Montonera), en la ciudad de Pilar.
En su declaración, la CEA agradeció “a tantas ciudadanas y ciudadanos que con sus testimonios, argumentos y acciones se han destacado en estas últimas semanas como apasionados defensores de toda vida humana”.
Expresaron su deseo de “defender hasta tal punto los derechos humanos, que no se los neguemos a los más débiles y vulnerables. Vale toda vida”.
Sin embargo, afirmaron que “aún hay mucho por hacer para acompañar y ayudar a las mujeres que viven un embarazo inesperado, en malas condiciones”, muchas de ellas vinculadas con la “pobreza no resuelta”.
Respecto al debate parlamentario sobre el aborto, los obispos esperan que “nos permita dirigir la mirada de manera amplia a diversas situaciones que no deberíamos separar: la defensa del niño por nacer, el respeto a la mujer y el cuidado de su vida, el inmenso valor de la familia y la vida amenazada de tantos argentinos que se debaten en la pobreza y la miseria”.
“Tanto la Iglesia como la sociedad no hemos hecho lo suficiente al respecto. Tampoco hemos acompañado de la mejor manera a las mujeres que han abortado en medio de sufrimientos y límites, y padecen en soledad las consecuencias de esta decisión”, lamentaron los obispos.
Por lo tanto, consideraron “indispensable” responder al pedido del Papa Francisco en su reciente Exhortación Apostólica “Gaudete et Exsultate”, a que la defensa del no nacido sea “clara, firme y apasionada, porque allí está en juego la dignidad de la vida humana, siempre sagrada, y lo exige el amor a cada persona más allá de su desarrollo”.
Y con la misma pasión cuidar la vida sagrada de los pobres “que ya han nacido, que se debaten en la miseria, el abandono, la postergación, la trata de personas, la eutanasia encubierta en los enfermos y ancianos privados de atención, las nuevas formas de esclavitud, y en toda forma de descarte”.
Como dice el Santo Padre, “no podemos plantearnos un ideal de santidad que ignore la injusticia de este mundo, donde unos festejan, gastan alegremente y reducen su vida a las novedades del consumo, al mismo tiempo que otros solo miran desde afuera mientras su vida pasa y se acaba miserablemente”.
Finalmente, los obispos alentaron a los legisladores a que “se atrevan a soñar una Argentina más grande, superadora de recetas de cuarenta años atrás y a que sean capaces de proponer leyes innovadoras que tutelen tanto la vida y los derechos de la madre como la vida y la dignidad del hijo”.
“Nos duele que algo tan grande y esencial como defender la vida nos pueda enfrentar o dividir todavía más. Este momento histórico nos exige luchar codo a codo por los más frágiles de nuestra querida Argentina”, concluye el comunicado de la CEA.
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