VATICANO, 27 Nov. 21 (ACI Prensa).- El Vaticano difundió este sábado 27 de noviembre un mensaje de video del Papa Francisco con motivo de su próximo viaje apostólico a Chipre y a Grecia, que tendrá lugar del 2 al 6 de diciembre.
En su video, el Santo Padre destaca el alto valor pastoral, ecuménico y social del viaje. En cuanto al objetivo pastoral, el Papa resalta que las tierras de Grecia y Chipre fueron los puentes desde donde el Evangelio dio el salto de Tierra Santa a Europa.
En ese sentido afirmó que acude como peregrino para seguir las huellas de los dos primeros grandes difusores del Evangelio: San Pablo y San Bernabé.
Sobre el objetivo ecuménico, resaltó la visita a los jefes de las Iglesias ortodoxas de Grecia y de Chipre, Crisóstomo y Jerónimo, como uno de los grandes hitos del viaje.
En cuanto al sentido social, destacó su visita a la isla de Lesbos, puerto de llegada de miles de refugiados que tratan de llegar a Europa huyendo de los horrores de las guerras en Siria, Irak o Afganistán y llamó a que el Mediterráneo recupere su papel como vehículo de civilización y deje de ser “el cementerio más grande de Europa”, donde tantos migrantes han muerto ahogados.
“Faltan pocos días para nuestro encuentro y me estoy preparando para acudir como peregrino a vuestras magníficas tierras, bendecidas por la historia, por la cultura y por el Evangelio”, comienza el Santo Padre su mensaje.
“Voy con alegría, precisamente en nombre del Evangelio sobre las huellas de los primeros grandes misioneros, en particular de los Apóstoles Pablo y Bernabé”.
Asegura que “es bello volver a los orígenes y es importante para la Iglesia, para reencontrar la alegría del Evangelio. Con ese ánimo me dispongo a esta peregrinación a las fuentes, y pido a todos que me ayuden a prepararlo con la oración”.
Señala que “encontrándome con vosotros podré saciarme en las fuentes de la fraternidad, tan preciosas cuando hemos apenas iniciado un itinerario sinodal universal. Hay una gracia sinodal, una fraternidad apostólica que deseo mucho y con gran respeto: la espera de visitar a sus queridas Beatitudes Crisóstomo y Jerónimo, Cabezas de las Iglesias Ortodoxas locales”.
“Como hermano en la fe, tendré la gracia de ser recibido por vosotros y de encontrarme en el nombre del Señor de la paz. Y acudo a vosotros, queridas hermanas y hermanos católicos, reunidos en aquellas tierras en pequeños rebaños que el Padre ama muy tiernamente y a los cuales Jesús, el buen Pastor, repite: ‘No temas, pequeño rebaño’. Voy con afecto a llevaros el ánimo de toda la Iglesia católica”.
Además, asegura que “visitaros también me dará la oportunidad de beber en las antiguas fuente de Europa: Chipre, hija de Tierra Santa en el continente; Grecia, patria de la cultura clásica. Pero tampoco hoy Europa puede prescindir del Mediterráneo, mar que ha visto la difusión del Evangelio y el desarrollo de grandes civilizaciones”.
“El Mare Nostrum (nombre del Mediterráneo en la Antigüedad), que conecta tantas tierras, invita a navegar juntos, no a dividirnos yendo cada uno por su propia cuenta, especialmente en este período en el que la lucha contra la pandemia exige todavía mucho trabajo, y la crisis climática nos afecta con fuerza”.
“El mar, que muchos pueblos abraza, con sus puertos abiertos, recuerda que las fuentes del vivir juntos se encuentran en la acogida recíproca. Ya ahora me siento acogido por vuestro afecto y agradezco a cuantos desde hace tiempo están preparando mi visita”.
Sin embargo, el Papa piensa también “en aquellos que, en estos años y todavía hoy, escapan de las guerras y de la pobreza, arriban a las costas del continente y más allá, y no encuentran hospitalidad, sino hostilidad, e incluso son instrumentalizados. Son hermanas y hermanos nuestros. ¡Muchos han perdido la vida en el mar!”.
“Hoy el ‘mar nuestro’, el Mediterráneo, es un gran cementerio. Como peregrino de las fuentes de la humanidad, acudiré una vez más a Lesbos, con la convención de que las fuentes del vivir juntos volverán a florecer en la fraternidad y en la integración: juntos. No hay otro camino, y con esta ilusión, este deseo, acudo a vosotros”.
“Queridos hermanos y hermanas, con estos sentimientos no veo la hora de encontraros a todos, ¡a todos! No sólo a los católicos, ¡a todos! Y sobre todos invoco la bendición del Altísimo mientras llevo ya ante Él vuestros rostros y vuestras inquietudes, vuestras preocupaciones y vuestras esperanzas”, concluye el Papa Francisco su mensaje.
0 comentarios:
Publicar un comentario