VATICANO, 04 Abr. 21 (ACI Prensa).- El Papa Francisco expresó este Domingo de Pascua su sentido pésame por el fallecimiento del Arzobispo Emérito de Duala (Camerún), Cardenal Christian Tumi, y aseguró sus oraciones a través de un telegrama.
El Cardenal Christian Tumi, que falleció el pasado 2 de abril a los 90 años, fue el primer cardenal de Camerún y un incansable luchador por la paz en medio de la crisis anglófona en su país.
En el telegrama, el Santo Padre envió sus oraciones a la familia y seres queridos del Purpurado, así como por todos los afectados por este duelo.
El Papa recordó que el Cardenal Tumi como Obispo de Yagoua, luego arzobispo de Garoua y luego de Douala, “dejó una huella inolvidable en la Iglesia y en la vida social y política de su país, comprometiéndose siempre con valentía en la defensa de la democracia y la promoción de los derechos humanos” y añadió que incluso en su edad avanzada “estuvo siempre disponible al servicio de la paz y la reconciliación”.
Por último, el Pontífice destacó que el fallecido Purpurado fue creado Cardenal por San Juan Pablo II en 1988 y “fue un fiel colaborador de los Papas asumiendo diversos cargos dentro de la Curia Romana” por lo que concluyó “¡Que el Señor reciba a su Siervo en su paz y alegría!”.
En un video publicado en redes sociales en noviembre de 2020 se reveló una conversación que tuvo lugar mientras el Cardenal Tumi era retenido durante la noche por milicias separatistas, cuando viajaba por la región noroeste de Camerún.
En el video, uno de los captores del Purpurado lo confrontó debido a que había exhortado a los combatientes en Camerún a deponer las armas, y luego le ordenó que compartiera el mensaje de los separatistas al público.
Ante esto, el Cardenal respondió: “Predicaré la verdad con convicción pastoral y convicción bíblica. Nadie tiene derecho a decirme que predique lo contrario porque fui llamado por Dios”.
En otro punto del video, el Cardenal les dijo a sus captores: “Cuando hablo, hablo como un pastor y eso nunca puedo dejar de hacerlo. Si dejo de hacer eso, no seré fiel a Dios, el Todopoderoso”.
El secuestro del Arzobispo Emérito de Douala se produjo en medio del conflicto entre separatistas y fuerzas gubernamentales en los territorios de habla inglesa en la región noroeste y suroeste de Camerún.
Las tensiones aumentaron después que maestros y jueces francófonos fueran enviados a trabajar en las regiones anglófonas históricamente marginadas en 2016, y la disputa se conoce como la crisis anglófona.
El Cardenal Tumi ha estado activo en la búsqueda de una solución pacífica a la crisis a través del diálogo después de su retiro como arzobispo de Douala.
El Purpurado ayudó a crear la Conferencia General Anglófona, un marco para el diálogo entre todas las partes del conflicto anglófono.
La crisis en Camerún tiene sus raíces en el conflicto entre las áreas de habla inglesa y francesa de Camerún. El área era una colonia alemana a fines del siglo XIX, pero el territorio se dividió en mandatos británicos y franceses después de la derrota del Imperio alemán en la Primera Guerra Mundial. Los mandatos se unieron en un Camerún independiente en 1961.
Breve biografíaEl Cardenal Christian Wiyghan Tumi nació en lo que hoy es el noroeste de Camerún el 15 de octubre de 1930. Fue ordenado sacerdote en 1966 en la Diócesis de Buéa.
Estudió en Nigeria y el Reino Unido antes de obtener una licenciatura en Teología Sagrada de un instituto católico en Lyon, Francia y un título adicional en filosofía de la Universidad de Friburgo, Suiza.
Sirvió como obispo en las regiones francófonas del país desde 1979. Fue presidente de la Conferencia Episcopal de Camerún de 1985 a 1991 y presidente del Simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar (SECAM) de 1990 a 1994.
El Papa Juan Pablo II lo nombró cardenal en 1988 y tres años después lo nombró Arzobispo de Douala, cargo que ocupó hasta su jubilación en 2009.
El Cardenal Tumi recibió el premio Nelson Mandela en julio de 2019 por sus esfuerzos en la promoción de la paz y los derechos humanos.
Además, publicó una memoria a finales de 2020 titulada “Mi noche en cautiverio”, en la que escribió: “Todo lo que quiero es que las armas se callen y que la paz vuelva al país”.
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